Algunos psicólogos me dirán que no debo emplear esta terminología que probablemente cree un sentimiento negativo en el último de la clase. Pero, nos guste o no, es fácil identificar a los últimos de la clase.
No me voy a adentrar por derroteros educativos, sino más bien económicos. Estos días las autoridades de diversos países e instiuciones europeas advierten como algunos países (Entre ellos Alemania que es la locomotora europea) comienzan a dar signnos de recuperación. Con la recuperación llegará la normalidad y con la normalidad desparecerán las medidas extraordinarias adoptadas en el último año. Entre ellas los anormalmente bajos tipos de interés.
España dista mucho por el momento de encarar la senda de la recuperación. Con lo cual existe un riesgo de que cuando se retiren las medidas excepcionales, España esté aún luchando con algunos de los capítulos más agudos de la crisis. Eso sería nefasto.
Ciñéndonos a los tipos de interés (que no fijamos en España, sino que fija para toda la zona euro el Banco Central Europeo) si estos suben (y todo apunta a que lo harán dentro de un año) la recuperación sería aún más complicada. ¿Por qué? Pues porque supondría una carga muy onerosa para las familias, las empresas y el gobierno. Según algunos bancos de inversión, el déficit público español podría superar el 10% del PIB (la convergencia con Europa ponía en su día el límite en el 3%!) en 2009 y 2010 y el ratio de deuda sobre el PIB situarse en el 70% en el 2012. Por si fuera poco las familias españolas son de las más endeudadas de la zona euro (en esto nos parecemos, nos guste o no a los americanos). Las estimaciones indican que la deuda de los hogares representa alrededor del 81% del PIB cuando la media de la zona euro se sitúa en el 53%. Con un PIB cercano al billón de euros, echen ustedes cuentas del coste que supondría para todos una subidita por pequeña que fuese de los tipos que, no olvidemos, marcan en Europa teniendo en cuenta el interés general de los países de la zona Euro (indepndientemente de que coincida o no con el de España).
De modo que, más vale que este curso nos dediquemos a hincar los codos y tratar de alcanzar a los primeros de la clase!
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