A raíz de la visita me surgieron algunas reflexiones acerca de la particularidad que supone la celebración de este día. El día clave en la exaltación del sentimiento gallego no conmemora, como en la mayoría de los pueblos una batalla o un acto heroico. Bueno, heroico sí, pero de carácter poco habitual. La efemérides, como decía, recuerda la publicación el 17 de mayo de 1863 de “Cantares gallegos” considerado el primer libro de la época moderna escrito en gallego. Desde luego se trata de algo cuadruplemente original
1.
Como apuntábamos no recuerda una gesta, una batalla, o un descubrimiento, sino la publicación de un libro. Que un pueblo
afirme su orgullo a través de la publicación de un libro es ciertamente un caso peculiar. Máximo
teniendo en cuenta que la publicación acontece en un momento en la que la
mayoría de ese pueblo era analfabeto.
2.
Se trata de un libro de poesía de inspiración popular,
muy alejada de las grandes gestas que como la “Chanson de Roland” jalonan la
historia de los pueblos para fortalecer el orgullo patrio. Cantares Gallegos se
hace eco de los hechos cotidianos: los trabajos en el campo, las romerías, el
sufrimiento , tanto por las penurias materiales como por las amorosas , o la
emigración. Todos los temas, aunque con tintes dramáticos en algunos casos (la
emigración, por ejemplo) se viven desde una perspectiva íntima, sencilla, como
corresponde a las gentes anónimas que la padecen.
3.
Además es un libro escrito por una mujer:
Rosalía de Castro. La persona que encarna en su figura el orgullo patrio
gallego es una mujer débil , enfermiza y
que convive con una “negra sombra” (depresión?) que siempre le asombra. El que
esperase encontrar un fornido guerrero vencedor en mil batallas, un gobernante
omnipotente con mano de hierro, o una mujer poderosa e intrigante, se habrá
llevado una buena sorpresa
4.
Y por último, pero no por ello menos importante,
la voz que habla es la de una mujer “has de cantar meniña gaiteira “. En el
SXIX en Galicia se teorizaba sobre el asunto. El propio Manuel Murguía,
marido de Rosalía de Castro, pensaba que debía ser un bardo, un hombre.
Posteriormente fue evolucionando y ya en 1858 después de conocer a Rosalía,
señala que el corazón que sienta por todos los gallegos debe ser el de una
mujer. Nada extraño en un pueblo en el que
la emigración se había llevado a buena parte de los hombres dejando un gran
número de viudas de muertos y … como dice la propia Rosalía, también de vivos.
Un libro de poesía de inspiración
popular escrito en un gallego que carece de reconocimiento de lengua, y por
tanto de normas , por una mujer enfermiza, ése es el gran hito que marca el
orgullo de pertenencia de los gallegos. ¿No me digan que el
hecho mismo de la publicación no resulta heroico?
Ya lo dijo el gran Cunqueiro en
un artículo publicado la víspera del plebiscito del Estatuto de Autonomía de
Galicia el 27 de junio de 1936 en el
diario madrileño “El Sol”,en Galicia “no principio foi o verso” (el principio
fue el verso)