Estos días se habla mucho de comida. Hace menos de una semana oíamos incluso en el telediario, que los españoles habíamos engordado entre 2 y 5kg. durante las pasadas Navidades. Y esto, para la mayoría es un engorro. A nuestra sociedad, parece una paradoja, no le gustan los kilos, pero le sobran kilos. Aunque, bien pensado, siempre se aprecia lo escaso, de ahí que no nos agrade en demasía lo que nos sobra.
Y, hete aqui que, cuando aún no habíamos comenzado la dieta ni buscado la ropa de deporte, el telediario nos da más noticias también relacionadas con la comida. Y... estas son más alarmantes. Un informe británico del Instituo de Ingenieros Mecánicos, llamado "Gobal food: waste not, want not" señala que la mitad de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura.. Esto es una atrocidad. Según los datos, sólo eliminando las pérdidas de comida y los despilfarros en el uso de la tierra, el agua y la energía, podrían atenderse las necesidades alimenticias de toda la población mundial actual y.... futura. Incluso los 9.500 millones de personas que se preve que pueblen la tierra en 2075 podrían ser alimentados si se hace un buen aprovechamiento de los recursos. Y... tengan en cuenta que, conforme los países se desarrollan aumenta el consumo de alimentos más difíciles de conseguir. El consumo de calorías procedente de la carne aumentará un 40%. Y... producir un kg. de carne consume muchos más recursos que producir 1Kg. de fruta, no lo olvidemos. Pues bien, incluso estas necesidades pueden ser atendids evitando el despilfarro.
¿Y por qué sucede esto? Pues parece que todos contribuimos. Los agricultores al hacer un uso ineficiente de la tierra, los fertilizantes o los métodos de recogida. Los intermediarios por no optimizar los sistemas de almacenamiento, transporte y comercialización. Y los consumidores al caer en las tentadoras ofertas de supermercados y grandes superficies que nos invitan a comprar más de lo que necesitamos (y podremos consumir) en aras de un supuesto menor precio unitarioy, también, no lo olvidemos por nuestro empeño en consumir alimentos bonitos, perfectos. Pero, no olvidemos que las manzanas que picotean los pájaros suelen ser las más sabrosas, pero no las de mejor aspecto. No son tontos los pajarillos. Teniendo todo el árbol para elegir, eligen lo mejor.
Pero también en la cuota de contribución al despilfarro hay diferencias entre países. En los países en vías de desarrollo, las mayores pérdidas suelen darse en el extremo productor de la cadena productiva. Los fallos en la recolección, el transporte y las pobres infraestructuras, hacen que los alimentos se manejen y se almacenen encondiciones inapropiadas.
Cuando los países se hacen más ricos, las ineficiencias suelen producirse fundamentalmente en el transporte. En los países ricos, en general, las condiciones en la cosecha, el almacenamiento, el transporte y el procesamiento, suelen ser mejores, con lo que aumenta mucho la proporción de alimentos que llega al consumidor. Pero aqui llega el marketing. Muchos alimentos en perfectas condiciones son destruidos simplemente porque su aspecto no cumple las condiciones que marca el marketing. El 30% de las verduras del RU no se cosechan por esta razón. Pero aunque estos bonitos alimentos lleguen al super, no siempre llegan al estómago. Las promociones hacen que compremos cantidades superiores a las que necesitamos y... los yogures caducan y terminan en la basura.
Todos podemos poner nuestro granito de arena para evitar esto, pero según el estudio, la capacidad individual en este punto es limitada. Las normas políticas, económicas, sociales y de infraestructra son la clave. Y esto tiene que hacerse a nivel más alto. Pero... lo que sí podemos hacer es interesarnos por el asunto para que interese a nuestros gobernantes y que la expresión buen provecho, haga honor a su significado.
Buen provecho y buenas noches.
jueves, 10 de enero de 2013
miércoles, 2 de enero de 2013
La gran familia y el Año Nuevo
Tengo la suerte de tener buenos amigos. No son muchos, pero hay un buen puñado de personas que me escuchan en los momentos bajos, me animan y.... y esto lo agradezco especialmente, me cuentan las verdades del barquero, especialmente esas que no me gusta oír! Gracias a ellos.
Y.... algunas de estas personas me han recordado en sus mensajes de felicitación de Año Nuevo que tengo algo abandonado este blog que uso como espacio de reflexión y diálogo con algunos conocidos y muchos desconocidos a los que pueden interesarle algunos de los puntos que abordo. Cierto que últimamente no escribo. Cierto que he sucumbido a los encantos de Twitter, más inmediato, más rápido y más sintético. Pero... Son cosas distintas. Escribir en el blog requiere más esfuerzo, elaborar o, en mi caso, dejar que se desarrollen el pensamiento y el discurso a medida que escribo, y comprobar luego si lo que una ha obtenido es un mero Rosario de ideas deslavazadas o, si por lo menos, tienen una mínima coherencia que al menos resista el análisis amable de los amigos. Hoy es día de propósitos. El que más y el que menos repasa los 365 días anteriores y trata de encauzar los siguientes. Yo no soy una excepción. Y para los 12 meses venideros me he propuesto varias cosas, una de ellas prestar más atención a mi blog y tratar de seguir reflexionando con todos ustedes sobre temas que me llaman la atención. Veremos si lo consigo!
Y... como el ejercicio se demuestra andando, les expondré un cuestión que me ha surgido durante estos días familiares en los que me he reencontrado con personas a las que hacia tiempo que no veía. Estaremos volviendo a un modelo de sociedad que ya teníamos "superado"? Recuerdan la película "La gran familia"? Solía ser un clásico de las Navidades pero hace años que no "la ponen" ( mi amigo Jaime diría que la razón estriba en que refleja un modelo de familia muy alejado del considerado moderno que es el que aparece en todas las series de televisión, ya saben de que habla Jaime). En la película un industrioso padre de familia atendía las necesidades de sus 15 hijos gracias al pluriempleo. Y estos días he comprobado como el pluriempleo ha vuelto. Una amiga que reside en Nueva York al tiempo que trabaja para un conocido estudio de arquitectura, desarrolla sus propios proyectos. Sufre una enorme carga de trabajo, pero la inseguridad y la inestabilidad son muy elevadas, por lo que, ante la posibilidad de que el panorama se tuerza de forma inmediata (cosa que ya ha experimentado) no quiere renunciar a ninguna de sus fuentes de ingresos. Pero no crean que esto es solo cosa de las grandes ciudades. Otra persona que vive en un pueblo de Galicia me comentaba un caso parecido. Da clases en una academia y en una empresa. La pervivencia de las clases en la empresa depende de las subvenciones, las cuales, como todo lo público, son un elemento muy volátil en estos tiempos. La academia también tiene sus cuitas. En definitiva, aunque preferiría no tener una jornada tan apretada, la incertidumbre le hace también ser pluriempleada. Quizás La gran familia no este tan obsoleta? La diferencia es que lo que el padre de la gran familia, quien, si mal no recuerdo, era aparejador, llamaba chapucillas, ahora se llaman free lance projects. La historia nunca se repite.
Pero hay además otro elemento de La gran familia que Vuelve a ser común. Seguro que todos recuerdan la entrañable figura del abuelo al que daba vida el genial Pepe Isbert. El abuelo tenía sitio con la familia a la que ayudaba en no pocas ocasiones. Colaboraba en las tareas de casa y sobre todo ponía paz, calma y sosiego en medio de los múltiples entuertos y pequeños conflictos que surgían. Hoy en muchos casos, y tras unos años en los que no era así, las generaciones vuelven a vivir juntas. Pero no son los jóvenes los que acogen a los mayores, sino a la inversa. Y, por desgracia ahora la colaboración de los mayores es crucial. No sólo ponen sosiego, seny y sentidiño, que diríamos en mi tierra, sino que son el sostén económico de la familia. Estos mayores están dando una lección de generosidad tremenda. Tras trabajar duramente en la mayoría de los casos; tras esforzarse enormemente por darles todo a sus hijos; cuando han llegado a la época en la que les tocaba tomarse la vida con calma, y de forma relajada, han de poner sus pensiones y patrimonio a disposición de las generaciones siguientes. Se ven obligados a hacer números para saber si estirando la pensión de dos puede llegar para seis. Incluso algunos vuelven al pueblo y dejan la casa de la ciudad a los jóvenes. Se privan de lo que necesitan para que hijos y nietos sufran lo menos posible la dureza del desempleo. Se recuperan las recetas tradicionales de potajes y platos de cuchara, enérgicas, nutritivas, económicas y apropiadas para familias numerosas, tras años en los que, en su manera tradicional ( no si tenían hidrógeno o estaban deconstruidas) estaban algo denostadas y anticuadas. Tras años de menús fashion, la fiambrera ha recuperado protagonismo en oficinas y centros de trabajo. En este caso también hay una diferencia, la fiambrera ha cambiado su nombre por el de tupperware o tupper simplemente ( en Ingles las cosas parecen más finas). En fin, que puede que algunas de la cosas de "La gran familia" no estén tan atrasadas. Ahora bien, no creo que volvamos a los tiempos de la película. Tras un movimiento pendular de la sociedad nos acercaremos en algunos aspectos, pero en este caso creo que como decía no se quien " todo tiempo pasado fue (simplemente) anterior". Feliz 2013.
Y.... algunas de estas personas me han recordado en sus mensajes de felicitación de Año Nuevo que tengo algo abandonado este blog que uso como espacio de reflexión y diálogo con algunos conocidos y muchos desconocidos a los que pueden interesarle algunos de los puntos que abordo. Cierto que últimamente no escribo. Cierto que he sucumbido a los encantos de Twitter, más inmediato, más rápido y más sintético. Pero... Son cosas distintas. Escribir en el blog requiere más esfuerzo, elaborar o, en mi caso, dejar que se desarrollen el pensamiento y el discurso a medida que escribo, y comprobar luego si lo que una ha obtenido es un mero Rosario de ideas deslavazadas o, si por lo menos, tienen una mínima coherencia que al menos resista el análisis amable de los amigos. Hoy es día de propósitos. El que más y el que menos repasa los 365 días anteriores y trata de encauzar los siguientes. Yo no soy una excepción. Y para los 12 meses venideros me he propuesto varias cosas, una de ellas prestar más atención a mi blog y tratar de seguir reflexionando con todos ustedes sobre temas que me llaman la atención. Veremos si lo consigo!
Y... como el ejercicio se demuestra andando, les expondré un cuestión que me ha surgido durante estos días familiares en los que me he reencontrado con personas a las que hacia tiempo que no veía. Estaremos volviendo a un modelo de sociedad que ya teníamos "superado"? Recuerdan la película "La gran familia"? Solía ser un clásico de las Navidades pero hace años que no "la ponen" ( mi amigo Jaime diría que la razón estriba en que refleja un modelo de familia muy alejado del considerado moderno que es el que aparece en todas las series de televisión, ya saben de que habla Jaime). En la película un industrioso padre de familia atendía las necesidades de sus 15 hijos gracias al pluriempleo. Y estos días he comprobado como el pluriempleo ha vuelto. Una amiga que reside en Nueva York al tiempo que trabaja para un conocido estudio de arquitectura, desarrolla sus propios proyectos. Sufre una enorme carga de trabajo, pero la inseguridad y la inestabilidad son muy elevadas, por lo que, ante la posibilidad de que el panorama se tuerza de forma inmediata (cosa que ya ha experimentado) no quiere renunciar a ninguna de sus fuentes de ingresos. Pero no crean que esto es solo cosa de las grandes ciudades. Otra persona que vive en un pueblo de Galicia me comentaba un caso parecido. Da clases en una academia y en una empresa. La pervivencia de las clases en la empresa depende de las subvenciones, las cuales, como todo lo público, son un elemento muy volátil en estos tiempos. La academia también tiene sus cuitas. En definitiva, aunque preferiría no tener una jornada tan apretada, la incertidumbre le hace también ser pluriempleada. Quizás La gran familia no este tan obsoleta? La diferencia es que lo que el padre de la gran familia, quien, si mal no recuerdo, era aparejador, llamaba chapucillas, ahora se llaman free lance projects. La historia nunca se repite.
Pero hay además otro elemento de La gran familia que Vuelve a ser común. Seguro que todos recuerdan la entrañable figura del abuelo al que daba vida el genial Pepe Isbert. El abuelo tenía sitio con la familia a la que ayudaba en no pocas ocasiones. Colaboraba en las tareas de casa y sobre todo ponía paz, calma y sosiego en medio de los múltiples entuertos y pequeños conflictos que surgían. Hoy en muchos casos, y tras unos años en los que no era así, las generaciones vuelven a vivir juntas. Pero no son los jóvenes los que acogen a los mayores, sino a la inversa. Y, por desgracia ahora la colaboración de los mayores es crucial. No sólo ponen sosiego, seny y sentidiño, que diríamos en mi tierra, sino que son el sostén económico de la familia. Estos mayores están dando una lección de generosidad tremenda. Tras trabajar duramente en la mayoría de los casos; tras esforzarse enormemente por darles todo a sus hijos; cuando han llegado a la época en la que les tocaba tomarse la vida con calma, y de forma relajada, han de poner sus pensiones y patrimonio a disposición de las generaciones siguientes. Se ven obligados a hacer números para saber si estirando la pensión de dos puede llegar para seis. Incluso algunos vuelven al pueblo y dejan la casa de la ciudad a los jóvenes. Se privan de lo que necesitan para que hijos y nietos sufran lo menos posible la dureza del desempleo. Se recuperan las recetas tradicionales de potajes y platos de cuchara, enérgicas, nutritivas, económicas y apropiadas para familias numerosas, tras años en los que, en su manera tradicional ( no si tenían hidrógeno o estaban deconstruidas) estaban algo denostadas y anticuadas. Tras años de menús fashion, la fiambrera ha recuperado protagonismo en oficinas y centros de trabajo. En este caso también hay una diferencia, la fiambrera ha cambiado su nombre por el de tupperware o tupper simplemente ( en Ingles las cosas parecen más finas). En fin, que puede que algunas de la cosas de "La gran familia" no estén tan atrasadas. Ahora bien, no creo que volvamos a los tiempos de la película. Tras un movimiento pendular de la sociedad nos acercaremos en algunos aspectos, pero en este caso creo que como decía no se quien " todo tiempo pasado fue (simplemente) anterior". Feliz 2013.
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