miércoles, 30 de junio de 2010

La inflación está aquí

Hoy he leído un artículo en The Economist que me ha hecho mucha gracia. Parece que en los últimos tiempos la inflación ha aparecido.... en los nombres de los cargos de las empresas. Parece que en momentos de escasez y en los que las subidas de sueldo ya casi no existen, parece que nombres rimbombantes son una salida fácil (y barata) para tener a las huestes contentas. Lo cual puede ser una buena solución pero que puede desmadrarse. Y aporta unas estadísticas muy reveladoras. En la red profesional linkedin el número de personas con título de vicepresidente crece a tasas del 426%, los presidentes, al 312%. Los simples jefes, sólo crecen al 275% . Ya ven, no se estila.

Aunque esta solución también puede llevar a absurdos. Los empleados del Subway son, según reza en sus etiquetas "artistas del bocadillo". Desde luego he tomado bocadillos hechos por gente que merecería el título de artista, pero, lo lamento, nunca ha sido en un establecimiento de la cadena Subway. Otro absurdo es que los títulos ya no significan nada y uno no sabe realmente con quien está hablando^. Porque... si les digo que he hablado con el manager de estrategias de futuro y basadas en la innovación, pensarán que les estoy tomando el pelo. Pues no, un cargo así existe en la American Cancer Society! Aunque algunos se lo toman ocn sentido del humor y Steve Jobs se autodenomina "chief know it all"

En fin, les recomiendo el artículo, pues no tiene desperdicio!

martes, 29 de junio de 2010

De hierbas y sabios

Les hablaba yo ayer de una fábula cuento que mi padre me recitaba de niña. Mi amigo Jaime que siempre acude en mi ayuda, me ha facilitado la fábula tal y como me la contaba mi padre. Se la dejo porque, como diría mi prima es muy "diciente"

Cuentan de un sabio que un día

tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de las hierbas que recogía
¿Habrá otro -entre sí decía-
más pobre y mísero que yo?
y cuando la vista volvió
halló la respuesta viendo
que otro iba recogiendo
las hierbas que él arrojó.

lunes, 28 de junio de 2010

Problemas de oferta


Hace unas semanas, como Vds. saben, asistí a una conferencia del Profesor Sala i Martín. En ella, entre otras cosas decía que el problema de España era de oferta no de demanda. No producimos bienes o servicios lo suficientmente competitivos como para que sean apreciados y consumidos en todo el mundo.

En estas cosas estaba yo pensando cuando me bajé del autobus el sábado pasado. Soy una fan de los transportes públicos, en especial del tren. Adoro contemplar el pasiaje con la perspectiva que da la altura de un autobús o con la perspectiva que se tiene desde el tren que, a diferencia de la carretera se mete por lugares que a menudo pasan desapercibidos. Y ello implica la cara más espontánea y natural del paisaje. En zonas de campo, la naturaleza sin los artificios ni aderezos como cunetas, señales o arcenes que  suele imponer la proximidad de una vía de comunicación. En zonas de ciudad, en lugar de la fachada principal y arreglada nos permite asomarnos a patios y otras partes traseras en las que de verdad se cuece la vida cotidiana.

Pero, a menudo, me veo obligada a recurrir a mis propios medios porque las rutas que hago no son atendidas por el tren o porque los autobuses que la sirven, la infrasirven. Vean un ejemplo. El pasado sábado tuve que hacer un trayecto entre dos capitales separadas por unos 132 kms que, según la Guía Repsol se cubren en hora y media.  El tren no las une, pero sí un autobus. Pues bien, señores, yo sólo logré hacer el trayecto en dos horas y cuarto, un 50% más. No está nada mal! Suerte que pude entretenerme con un artilugio que me han regalado y que amenaza con ofrecerme muchos buenos momentos: un ebook. Esperemos que no me robe mucho tiempo de Vds.

Pero... como en el cuento que de niña me recitaba mi padre, de aquel sabio que se lamentaba de su pobreza porque sólo se alimentaba de hierbas salvajes, a todo hay quien gane. Si el sabio se sorprendió al ver que otro sabio recogía agradecido las hierbas que el primero despreciaba, yo también me sorprendí cuando una de mis mejores amigas, me cuenta que ella tiene un caso peor. A menudo se desplaza entre dos ciudades distantes 120 kms y 1 h y  20 minutos según la Guía Repsol. Pues... señores, el autobus que sirve la ruta la hace en un tiempo record de 2 h y 45 minutos. Sí, sí he escrito bien! Más del doble del tiempo asignado y... tan contentos! Mi amiga, que es una persona sensata que trata de no desesperarse dice que, eso sí, el paisaje es precioso! Ya puede!

Muchas veces nos lamentamos de que los españoles no usamos los transportes públicos! Cierto que puede haber algo de cultural o de comodidad, pero créanme, a veces la oferta también crea la demanda. Créanme si les digo que preferiría hacer todos mis trayectos en transporte público pero... ello requiere que estos transportes sean rápidos, fiables y de calidad.Los ejemplos como los que cito, sirven como ejemplo de lo que no debe suceder.

Ah y si me lee por un casual algún amigo o asesor del Ministro de Fomento (aunque dudo de que goce de tan gran honor) no tengo inconveniente alguno en decirle cuáles son estas rutas tan necesitadas de unos servicios como es debido!

Buenas noches

jueves, 24 de junio de 2010

Cuestión de confianza (judicial)


En los últimos tiempos el poder judicial anda "tocado". Un Tribunal Constitucional en entredicho porque algunos de sus miembros han agotado su mandato, y sobre el que se lanzan sospechas desde algunos ámbitos de guiarse por otras motivaciones distintas de las meramente legales. Algunos jueces sobre los que se entienden sombras muy alargadas y en los que la faceta política se mezcla con la judicial. Lentitud, procedimientos farragosos que llevan a errores que salen muy caros (en términos económicos y... lo que es peor, en términos de vidas humanas) y un largo etcétera. Todo ello ha llevado a muchos ciudadanos a desconfiar (cada vez más) de este gran poder del estado.

Y, creo que eso es algo esta sociedad no se puede permitir. El poder judicial y su independencia son un garante del funcionamiento democrático de un país y de su estabilidad. Son los que garantizan en último término el estado de derecho yel respeto a las normas que como ciudadanos hemos decidido darnos. La confianza en el orden y la ley ( y su aplicación) son uno de los mayores síntomas de calidad institucional .Calidad que resulta clave a la hora de generar tejido productivo y atraer nuevas empresas.

Por eso creo que es clave restablecer la confianza y el prestigio del poder judicial. Es necesario reformar procedimientos anticuados, alambicados con procedimientos anclados en el SXIX que no sólo no sacan partido, sino que a veces ignoran las ventajas de las nuevas tecnologías. Procedimientos que al funcionar como sistemas estancos no aprovechan todo el conocimiento e información existente en el sistema (respetando por supuesto los límites del respeto a la intimidad). Procedimientos que hacen injusta la aplicación de la justicia al retrasarse enormemente en el tiempo).Es necesario que los órganos máximos de gobierno de los jueces den ejemplo de funcionamiento conforme a las reglas democráticas. Es necesario que se pague bien a los jueces y funcionarios de justicia, pero también que se apliquen las normas de disciplina pero con discreción, sin convertir estos asuntos en cuestiones mediáticas aireadas en programas de TV de todo pelaje.

Y todo ello es más necesario si cabe, desde el momento en que los jueces y su critero tienen mayor capacidad de decisión en las nuevas reformas. Son ellos quienes deberán determinar si una empresa pasa o no por dificultades y por tanto, si a sus trabajadores les corresponde una indemnización u otra. Son ellos quienes deben decidir si se dan circunstancias excpecionales que permitan descolgarse de la negociación colectiva. Y entrando en la esfera más personal. Son ellos quienes deben decidir si una menor puede o no abortar sin el consentimiento de sus padres.

Como ven es muy muy importante que nuestro sistema judicial goce de las mejores condiciones para tener un funcionamiento modélico y que inspire confianza a todos los ciudadanos.

Feliz día de S Juan.

martes, 22 de junio de 2010

Austeridad y deportivas

Mucho se habla de que esta crisis supone un cambio de valores y que nos volveremos más austeros y menos consumistas. Yo intento ser austera. En parte por convencimiento, en parte porque tener muchas cosas me genera más trabajo: colocarlas, trasladarlas...
Pero, hete aqui, que en mi intento de ser frugal me topo con el marketing y la creación de necesidades y, por tanto de productos que los satisfagan. El pasado sábado lo pensé. Cuando éramos niños teníamos unas zapatillas de deporte. Y hoy, les pregunto ¿cuántas tienen Vds? Yo he contado al menos 4 pares. Unas zapatillas para caminar con suelas especiales que hacen cuasi milagros (o eso dicen). Pero resulta que esas zapatillas no sirven para practicar deporte. Entonces tenemos las zapatillas de jugar al tenis o al pádel. Ah, pero para el gimnasio van mejor otro tipo de zapatillas. Tercer par. Y por útimo, cuando vamos de "casual" usamos otras zpatillas, con diseño y características algo diferentes.  Y eso, una persona que no siente especial interés o devoción por este tipo de zapato. ¿se imaginan la cantidad de espacio que ocupan en los cada vez más chicos armarios de nuestras casas todos estos enseres repetidos?

Honestamente, creo que tras los excesos consumistas de los últimos años, es conveniente un ejercicio de frugalidad, pero... también soy consciente de que tenemos mucho camino por recorrer!

sábado, 19 de junio de 2010

Descanse bajo la higuera José Saramago


En estos tiempos de tanto mundial y baloncesto, hoy me he entristecido. No por la crisis, el paro u otras cuestiones. Nos ha dejado Saramago. Ese escritor anciano (siempre lo recuerdo así) coherente en su vida, con cierto aire de tristeza  y con cuya prosa he disfrutado en no pocas ocasiones. Probablemente tuviésemos una visión de la vida y la política bien distinta, pero, me descubro ante sus historias: disparatadas, absurdas, lentas a veces, pero siempre llenas de fina ironía y personajes queridos, como diría mi prima Aurora.

He leído muchos libros de Saramago. Con prácticamente todos ellos he disfrutado (aunque a veces cueste adaptarse a esa prosa tan especial). Pero, sin duda uno de los textos que más me ha emocionado es su discurso al recoger el Premio Nobel. Se lo dejo en este enlace para que lo disfruten.

Buenas noches

jueves, 17 de junio de 2010

Tiempos exponenciales


Estos días he estado en unas conferencias y por eso les he tenido algo abandonados. He estado escuchando a diversos expertos y personalidades de la gestión de negocios y personas, que en el fondo, es lo mismo, pues al final, si las cosas suceden es a través de la ilusión, la dedicación y el trabajo de las personas.

En todas las ponencias que he escuchado sobresale una idea. La aceleración del cambio que sucede cada vez más rápido y la socialización de los avances que ya no suceden desde las grandes corporaciones o los gobiernos sino desde millones de personas que, además pueden "vocearlas" mediante sus conexiones a internet. Son perogrulladas que todos sabemos, pero que vistas juntas asustan, o no? Depende, estos tiempos exponenciales también brindan grandes oportunidades para los que sepan aprovecharlas. Las tecnologías han democratizado la información (todos podemos disponer de ella a unos cuantos pares de clicks). También han incrementado la comunicación. Yo misma desde mi modesto blog, estoy comunicándome con quien quera oirme y contando al mundo las cosas que se me ocurren. Igualmente sucede en millones de chats, tweets y blogs que están generando contenidos en este momento. Contra todo pronóstico ha aumentado el sentido de comunidad. frente a lso que preconizaban que con el desarrollo de la tecnología nos convertiríamos en seres huraños, individualistas, solitarios y que acabaría con nuestra capacidad de relacionarnos, resulta que la tecnología, y fundamentalmente las redes sociales han actuado como catalizador y enriquecedor de las relacione sociales. Nos han proporcionado nuevas formas de entretenimiento que, además consumimos cuando y como queremos. La convergencia de TV, internet, música y juegos es ya un hecho. Y... y aquí está la parte positiva, ha generado la posibilidad de crear muchos negocios nuevos en la red.

Este proceso, y eso es lo novedoso, se vive en el antiguamente llamado primer mundo, pero también en la "periferia" y, si cabe, con mayor rapidez. Una de las compañías reconocidas y líderes en banca movil se llama M-pesa y, no la busquen en el hemisferio norte, no, en Kenya (si no me creen lean el Economist de la semana pasada). Desde luego la velocidad de este cambio da vértigo. No sé cómo explicárselo, pero quizá sea mucho más ilustrativo que les invito a ver. Did you know?

jueves, 10 de junio de 2010

Competitividad, competitividad y competitividad

Ayer tuve la suerte de poder asistir a la conferencia  que bajo el título que encabeza el post, el profesor de la Universidad de Columbia y una de las personas que más veces ha aparecido en las quinielas al premio Nobel de Economía, Xavier Sala i Martín dio en Vigo. Lo cierto es que el profesor Sala habló con contundencia y dijo, muy claramente las verdades del barquero. Verdades que pintan una España con una situación bastante complicada. Tanto que, según él resulta esperanzador pues no nos queda más remedio que cambiar. Y... tenemos mucho que cambiar.

Dio datos escalofriantes. 300.000 empresas han cerrado en España desde el comienzo de la crisis. Crisis que, según él, no es de demanda sino de oferta. No somos competitivos. Y lo explica claramente. Los países pobres, compiten en precios. Y eso hizo España duranto muchos años. Los medios, en calidad. Y esa fue la meta de España durante los últimos años. Pero estos dos modelos, sobre todo el primero, mueren de éxito porque cuando compiten bien en precios y en calidad, se van haciendo ricos. Y cuando son ricos (y pagan mejores salarios) dejan de ser competitivos en precio. Los países ricos (y en España nos consideramos como tales) deben innovar, competir por hacer cosas diferentes. Y, ay queridos lectores, aqui tenemos un problema. Ni nuestra mentalidad, ni nuestra cultura, ni nuestro sistema educativo, ni nuestras instituciones, llevan a la innovación.

Y algunas recetas al respecto. La innovación debe ocurrir en todos los sectores y a base de pequeños pasos. Y ojo, señores políticos, la innovación en su mayoría no procede del I+D  organizado. No. Sólo el 8% de la innovación viene del I+D organizadol! Tenemos mucho por hacer. Tenemos que generar un entorno que favorezca que surjan ideas y éstas sólo surgen en entornos en los que la gente se hace preguntas y busca respuestas. Pero, para que la innovación se produzca es preciso que las ideas se implanten. En este punto habló de algunas de las reformas que más están dando que hablar: la reducción de la burocracia, la reforma del mercado laboral, el impulso (de verdad, como se hace en el futbol) de la meritocracia. Y sobre todo la reforma del sistema educativo y su gestión. Sobre esto se extendió bastante y, creo que casi me da para otro post que prometo escribirles!

Lo cierto es que escuchar al profesor Sala es una delicia. Mezcla con maestría la contundencia avalada por los datos empíricos con una ironía, retranca y fino sentido del humor.

lunes, 7 de junio de 2010

Alfombras florales y políticas

La semana pasada todo parecía que giraba en torno a si los militares levantarían sus sables en honor al Santísimo en la procesión del Corpus de Toledo. Me pregunto si no había cosas más importantes que hacer en el país o si, precisamente por eso, a qué viene tanta escandalera. Me da la impresión de que los militares no tenían problema alguno en saludar al Santísimo. Me parece que tampoco los toledanos tenían problema con los saludos. Entonces... ¿estamos ante otro debate creado artificialmente para extender una cortina de humo que impida ver la proecupante realidad española?

Se me ocurrió todo esto ayer domingo. Visité un pueblo de la costa gallega en el que celebraban el Corpus y para tal fin, como sucede en muchas localidades por aqui, habían tapizado con flores que forman dibujos de colores las calles por donde debía pasar la procesión. Ví a vecinos, curiosos y extraños admirar las alfombras, a mujeres, hombres y jóvenes atareados preparando las alfombras y colocando con esmero, margaritas, estalotes, palmas, flores de xesta, pétalos de rosa, amapolas y otras flores que abundan en estos días de primavera. Ví colaboración entre vecinos. Vi admiración por el trabajo hecho arte de los demás. Ví respeto al paso de la procesión. No sé si la gente tenía un especial fervor religioso o simplemente se admiraba por la belleza de las calles engalanadas y el olor que desprendían las miles de flores y plantas aromáticas utilizadas (hinojo, claveles, rosas...). Tocaba una banda de música (y confieso que a mí y al resto de los presentes nos importó poco si era o no militar.)Respeto, armonía, admiración, dedicación y satisfación por el trabajo bien hecho (aunque fuese tan efímero como ése) eso es lo que respiraba. Si las cosas funcionan a qué vienen los gobernantes a inventar problemas donde no los hay. Con la cantidad de cuestiones sin resolver y perentorias que tenemos en el país, y van y se dedican a esto!!

Y hablando de otras alfombras. ¿Recuerdan la expresión acuñada hace algunos años de mirar debajo de las alfombras? expresión que empleaban los recién llegados al poder para referirse a la vigilancia y examen que debían hacer del legado de sus predecesores para asegurarse que no hubiese "sorpresas". Pues bien, parece que todos los gobiernos europeos se dedican a esa tarea de sacudir las alfombras. En España ya estamos acostumbrados a que cada gobierno eche la culpa de los males al saliente (independientemente de cuánto tiempo hace que los nuevos tomaron las riendas). Pero ahora que la cosa va mal, se han unido Grecia (hace ya tiempo), Hungría y hasta el Reino Unido. Mucho sacudir me parece. Pero, recuerden señores gobernantes, que las ordenanzas municipales por lo general prohiben sacudir alfombras en la vía pública. Por algo será.

Buenas noches.

sábado, 5 de junio de 2010

Coches oficiales: Ahorro ecológico


Estos días se habla mucho de coches oficiales. Hay demasiados, sólo el ayuntamiento de Madrid cuenta con 134, la Comunidad Autónoma unos 80. Me sorprende. en una Comunidad Autónoma que presume de tener un transporte público que funciona muy bien (y, en mi modesta experiencia, tengo que decirles, que por lo general es así) y que anima a sus ciudadanos a usarlos, sorprende tal despliegue de vehiculería oficial. ¿Qué mejor ejemplo para los ciudadanos que ver cómo sus ediles y mandatarios usan el transporte público. Pero, ay amigos, parece que una cosa es predicar y otra muy diferente dar trigo!

Pero no crean que la pasión automovilística es exclusiva de la capital del Reino. Según un reportaje publicado recientemente, en la Comunidad Autónoma de Galicia hay unos 150 vehículos destinados al transporte de altos cargos: Presidente de la Xunta, conselleiros, secretarios generales, directores generales, rectores de universidades y directores de hospitales, por poner sólo un ejemplo, tienen a su disposición las 24  horas vehículos oficiales. Por término medio cada vehículo oficial requiere de 4 chóferes para atender los 4 turnos. Y... me pregunto yo ¿es necesario tanto dispendio? Según datos publicados recientemente en España hay unos 30.000 coches oficiales, tantos como en EE.UU. que, tiene 6 veces más población que nuestro querido país. ¿no les parece un despilfarro? Creo que se impone una reducción en toda esta flota desmesurada. Las razones son varias:

a) nos ahorramos mucho dinero que podría destinarse a usos que tuviesen una repercusión más sana en todo el país. Al igual que a Vds. se me ocurren cientos de ideas, de modo, que no me voy a extender.

b) nos ahorramos muchos caos circulatorios. Aparte de que reduciríamos el número de vehículos circulando por las calles de nuestras ciudades, no olviden que estos vehículos cuentan con patente de corso para aparcar en sitios en los que está prohibido porque se interrumpe la circulación y otros privilegios parecidos. Por no decir nada de los líos que se montan cuando una comitiva oficial de coches oscuros recorre a toda velocidad las calles de nuestras ciudades.

c) contaminaríamos menos. Saben la cantidad de polución que generan estos vehículos muchas veces parados y encendidos esperando a que llegue el  alto cargo de turno

d) sería un ejemplo estupendo. Tanto que nos va lo de ser verdes y resulta que eso es sólo para la foto en la que inaguramos un servicio de bicis u otro evento parecido. Luego, todos al coche oficial. Ahora eso sí, venga a decirles a los ciudadanos que usen el transporte público. Está bien esta recomendación, pero la caridad bien entendida empieza por uno mismo, queridos próceres de la patria.

e) mejoraría la salud de nuestros políticos. ¿No se dan cuenta de que muchos tienen problemas de sobrepeso? Qué bien les vendría caminar, siquiera los metros que separan un andén de metro de otro. Una forma estupenda de hacer ejercicio público

f) entenderían mejor a la ciudadanía. En el metro, el autobús, los taxis y la calle todos tenemos oportunidad de ver a gente muy distinta a nosotros. Gente que tiene preocupaciones, rutinas, intereses, formas de vestir y opiniones muy diferentes. Convivir con ellos evitaría el síndrome de la torre de cristal de los políticos y les daría un baño de realidad muy interesante. Es posible que incluso nos ahorrásemos dinero en encuestas para saber qué opina la ciudadanía de un determinado asunto o cómo valora determinados servicios. Nadie mejor que los que todos los días  usamos el paseo marítimo de A Coruña camino del trabajo para saber dónde están mal puestas las baldosas o donde el trazado de la calle tiene tales errores, que, cuando llueve (cosa que como se imaginan, no sucede casi nunca) los coches, por más que intenten evitarlo, nos dejan chorreando debido a los charcos que se forman.

g) mejoraría la salud mental de los ex-altos cargos. Me imagino que cuando un político deja de ocupar un cargo con coche oficial, debe de sentir una depresión tremenda. Dejar de tener a alguien que todos los días se muestra sumiso contigo, debe ser como para cogerte una depresión. Y qué trauma volver a usar el coche. Seguro que ya ni recuerdan dónde está el contacto o han olvidado el significado de las señales de tráfico. Mucho mejor por la salud de nuestros ilustres gobernantes evitarles estos tragos tan dolorosos.

Como ven hay muchas ventajas. Eso han debido de pensar los ingleses que han suprimido el coche oficial exclusivo incluso para los ministros ¿qué les parece? Si ellos pueden vivir sin coche oficial ¿no podrán hacerlo nuestros alcaldes, conselleiros, directores de hospitales y demás? Yo creo que, a poco que se esfuercen, podrían lograrlo.

Bueno, si quieren hacerse una idea de hasta qué punto llega nuestro estilo de nuevo rico en lo que a coches oficiales se refiere, échenle un ojo a este enlace. Pero... si se han sulfurado leyendo lo que he escrito, entonces por su salud cardíaca, no se lo recomiendo!

Buen fin de semana!

jueves, 3 de junio de 2010

Educación

Si tienen un momentito, no estaría de más que echasen un ojo a estas reflexiones que he encontrado en el Blog de Juan Antonio García Amado.

Coincido con él en que es precios un poco de exigencia en el sistema educativo y... también en muchos órdenes de la vida.

Y si tuviésemos inflación

Los de la generación X probablemente recordamos aquellos eslóganes con los que nos regalaba el gobierno en los años 70 "Ahorre gasolina, aunque Vd. pueda pagarla, España no puede" El alto precio alcanzado por el crudo en aquellos momentos generó inflaciones del 12-14% que todos temíamos y con las que repagar los créditos se convertía en algo con una carga verdaderamente asombrosa.


De esa importante inflación, pasamos en los últimos meses al riesgo de una deflación que es, si cabe más perniciosa para la economía que la inflación elevada. En un país con un sector privado altamente endeudado como es España, deflación significa que se mantiene la cantidad a devolver mientras los salarios caen, con lo que la misma carga resulta mucho más onerosa.

Estamos ahora con una inflación baja (en torno al 1,5%) inferior a lo que marcan los planes de la UE. Y.... me pregunto yo ¿no vendría bien un poquito de inflación? Depende a quién. España necesita mejorar su competitividad como sea (aparte de ahorrar costes). La bajada del salario de los funcionarios es una medida que pretende atacar ambas ideas. Resulta doloroso decirle a alguien que gana 100 que pasará a ganar 95. Sin embargo con inflación (es decir, subida generalizada de precios) diciendo que congelamos el salario (que en principio parece menos doloroso) en realidad se está realizando una bajada del mismo y una mejora de cara a las posibilidades exportadoras.

Un mecanismo parecido lleva usando Hacienda desde hace mucho tiempo. Pese a la inflación (pequeña pero, subida de precios y salarios igualmente) los límites de los tramos de tributación se han mantenido inalterados a lo largo de los años, lo que, en consecuencia, resulta en que pagamos más a Hacienda.

Link

martes, 1 de junio de 2010

Nunca positivo, siempre negativo

Creo que una frase parecida empleaba un conocido entrenador del FC Barcelona. No puedo por menos que acordarme de ella cada vez que leo algo sobre Roubini.  El Sr. Roubini es un prestigioso economista que, entre otros méritos, tiene el de haber predicho con asombroso acierto la crisis actual.

No le quito mérito al Profesor Roubini, pero... tiendo a cansarme y a desconfiar de esas personas que sólo ven aspectos negativos a la vida. Y... desde luego, pocas veces le he leído u oído que algo marcha bien, que alguien hace las cosas bien. Probablemente tenga razón, y tenemos unos gobernantes (en Europa en general) que no están a la altura de las circunstancias pero... con tanta alarma, corre el riesgo de convertirse en Pascualín, el pastorcillo que siempre bromeaba con que venía el lobo.  Las últimas noticias referidas a él, dibujan un escenario, desde luego alarmante y preocupante. No es que quiera ignorar la cruda realidad, ni convertirme en una persona que enarbola (como ha hecho nuestro Predsidente del Gobierno) el optimismo como una causa irrenunciable y una divisa a mantener contra viento y marea (con tintes que rozan la irresponsabilidad) pero ¿no hay nada positivo en toda esta vorágine? ¿No hay nadie que esté haciendo las cosas bien? Tal vez algún ejemplo positivo y algo de estímulo ayudarían.