jueves, 31 de diciembre de 2015

Stand by me

Hoy es el "día de inventario" de ver en qué se han quedado los buenos propósitos e intenciones de hace un año.  No voy a profundizar en este punto. Siento que suelo ser demasiado ambiciosa cuando fijo planes, ¿o será el efecto de la bebida que suele acompañar el fin de año? 

También es el día de hacer balance y ver cómo ha ido el año. Como todos los años este 2015 ha tenido momentos buenos y otros no tantos. Hoy recuerdo especialmente a aquellos que se han ido. Algunos, después de estar largo tiempo enfermos. Tanto, que a veces parece que siempre hubiesen sido así, débiles, frágiles, con ojos que miraban desde cuencas hundidas y un tanto asustados. Sólo las fotos nos recuerdan que han sido personas llenas de vitalidad, alegría, bromistas, ágiles y activos. Otros, se han ido muy rápido. Tanto, que casi no ha dado tiempo a despedirse y darnos cuenta de su partida. Aún nos sorprendemos al ver su sitio vacío o pronunciar su nombre en pasado. A todos, el cariño y el recuerdo por todo lo que han compartido con nosotros, las lecciones que con su ejemplo nos han dado y la generosidad que nos han mostrado.

También entre los famosos ha habido partidas. A finales de abril nos abandonaba el cantante Ben E,. King que nos ha dejado para siempre una canción estupenda "Stand by me".Escuchaba hoy en la radio "Stand by me" y pensé en qué o quién quiero que me acompañe durante todo el año que empieza. La respuesta puede parecer manida, pero es sincera. Quiero que me acompañen mi familia y amigos, ese núcleo que nos hace más alegres los momentos felices y más llevaderos los momentos complicados. Quiero también que nos acompañen a mí y a los míos la salud, la alegría, la paz, la ilusión, la energía y el sentido del humor. 

Por supuesto, hay cosas que me gustaría perder de vista en 2016. La violencia, el miedo, el terror. El año comenzaba brutalmente con los atentados de Charlie Hebdo y hoy el miedo impide celebrar el comienzo de año en muchas ciudades de Europa, y en otras impone restricciones y medidas de seguridad extremas. Recuerdo que hace unas semanas, al ver una mochila en el suelo de un baño del aeropuerto, experimenté una punzada de terror y tuve que sobreponerme para no salir huyendo. Me negué a ceder al miedo, aunque me costó. No quiero vivir así con miedo en el cuerpo. Una de las cosas que hacen una sociedad agradable, atractiva y  libre y que marcan la diferencia de los países desarrollados es el poder caminar por la calle tranquilos y sin temor. He nacido en una sociedad así y quiero que siga siendo así. 

2016 vendrá marcado por el 400 aniversario de la muerte de Cervantes y por ello quiero finalizar este post con las palabras del genial escritor, quien, ya en su tiempo era consciente del valor de la libertad que parecen estar robándonos "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."

Muy feliz 2016.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Jornada de reflexión en los Cañones del Sil

Siempre me ha hecho gracia el nombre de "Jornada de reflexión". Me parece pomposo y de altas pretensiones. Aunque, he de reconocer que me gusta que, siquiera de modo nominal, nos acordemos de la necesidad de reflexionar. Y... agradezco enormemente la liberación, siquiera por 24 horas, de todo el ajetreo de la campaña electoral y la "resaca" postelectoral que llega luego.

Tratándose de una jornada de reflexión, me pareció estupenda la propuesta de mis amigos del Club de Montaña Verso Libre (nombre evocador donde los haya, especialmente para aguerridos montañeros y escaladores) para disfrutar del día recorriendo las laderas de los Cañones del Sil. Mi primera reflexión de la mañana (de eso se trataba, no?) surgió de un elemento muy humilde. Tomando el café matutino en el bar de Parada do Sil, me distraje con el vuelo de una mosca (como en el cole) hasta que me dí cuenta de lo extraordinario que resulta ver moscas en las tierras frías del interior de Galicia en la segunda quincena de diciembre. Parece ser que lo del cambio climático va en serio. Tan en serio que durante el día nos sobraron jerseys, abrigos, guantes (sólo a mí se me ocurre hacer acopio de semejante prenda) y demás prendas propias de la estación en la que estamos. 

Los Cañones del Sil son un lugar único y mágico. El río ha encontrado su cauce a muchos metros de profundidad entre estas paredes graníticas de color gris. Las laderas del río son aprovechadas desde la época de los romanos para viñedos. Viñedos que son toda una obra de arte, ya que se asientan sobre terrazas construidas en piedra para dar cierta estabilidad al terreno, ciertamente muy inclinado. ¡cuánto trabajo para extraer el que los romanos ya llamaban el vino de los dioses! Algunas terrazas se encuentran abandonadas y recubiertas por un musgo aterciopelado en el que crecen derechos pequeños robles.  La marcha transcurre ladera arriba y abajo en un día en el que el sol arranca los mejores colores de las últimas hojas que aún amarillean en los castaños, robles y hayas que colgándose de la ladera se asoman al río. La caminata transcurre en un ambiente fantástico (siempre sucede así) y, es lo que tienen los lugares bonitos con buen tiempo, de cuando en cuando nos paramos a admirar el espectáculo que la naturaleza nos regala, retrasando un poco el ritmo. Marchamos por antiguos caminos empedrados que se encuentran ahora cubiertos por una gruesa capa de hojas que dificulta ver dónde se ocultan las piedras más irregulares y traicioneras. ¡Hoy los bastones han sido una gran ayuda! Es necesario
concentrarse en el suelo y a través de las hojas depositadas nos vamos dando cuenta de los árboles distintos que vigilan el camino. Las hojas ovaladas de los castaños y los erizos (que en la mayoría de los casos ya han perdido su botín de castañas) predominan. De trecho en trecho, no obstante, ceden la hegemonía (mayoría en términos electorales) a las hojas barrocas y curvilíneas de los carballos (robles). De pronto unas piñas, advierten de que pasamos cerca de unos pinos. Y... el sobresalto es mayor cuando el color ocre se ve interrumpido por el rojo llamativo de unos frutos que se esparcen por el suelo. Son madroños (morogos) que aún conservan sus hojas. Llegamos a los llamados Balcones de Madrid (allí se despedían de los segadores que iban a Castilla) y disfrutamos de uno de los paisajes más maravillosos de la geografía gallega. Las paredes grises, duras, majestuosas, tranquilas que vigilan el curso del río Sil que circula sosegado a su encuentro con el Miño.

Pero no solo de arte de la naturaleza se nutre la zona. Estos parajes alejados, duros y aislados fueron elegidos por muchos ermitaños para retirarse a meditar y a lo largo del río hay una colección de monasterios, iglesias, cenobios... Algunos grandes como el de Santo Estevo, hoy convertido en establecimiento hotelero y otros más humildes pero llenos de encanto. Nuestra ruta nos lleva al Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, una joya románica que aparece oculta entre los castaños con varias edificaciones alrededor de los antiguos claustros. La iglesia se mantiene en bastante buen estado y exhibe con orgullo su rosetón. Los claustros tienen algo de mágico y en los pisos superiores los parladoiros pegados a las ventanas conservan un encanto especial. Les llaman las iglesias luciérnagas y ciertamente, en tiempos medievales debieron ser un faro de espiritualidad, refinamiento y cultura para los campesinos de la zona.


Tras la visita al monasterio y unos cuantos kilómetros en nuestras piernas, termina el recorrido. Nos espera la comida en uno de los restaurantes de la zona. Los platos, como cabe esperar, son contundentes y las raciones abundantes, de modo que el efecto reparador está más que conseguido. Tras la comida, toca abandonar estos lugares mágicos antes de que caiga la tarde y comience la lluvia, que el fuerte viento que sopló durante todo el día hacía presagiar. 

Antes de irme de la zona me detengo en Xunqueira de Espadanedo, pueblo que tiene uno de los nombres más llamativos de Galicia. Es un lugar pequeño, anodino donde comercios como "Novedades Pérez" surten a la gente en su día a día y donde a veces se pueden encontrar los objetos más inverosímiles. Decía que es un lugar anodino, si no fuese por su monasterio (otro de los muchos de la zona) que se alza en el medio del pueblo y cobija iglesia, ayuntamiento y salón social. A esta

hora de la tarde y con los nubarrones de fondo resulta sobrecogedor. La iglesia está abierta. Entro. No hay ninguna luz encendida. Sólo unas velas al fondo y la escasa claridad que logra colarse por las escuetas ventanas. Me doy cuenta de cómo debían de sentirse los hombres del medievo en lugares como éste. Sin apenas poder ver y sumergidos en una oscuridad amenazadora es fácil que fuesen asustadizos y se sintiesen débiles.

Si mis reflexiones matutinas comenzaban con una humilde mosca, terminan pensando en la naturaleza del ser humano. La majestuosidad de los cañones nos recuerda lo humildes e insignificantes que somos ante esta naturaleza poderosa. La falta de luz en la iglesia de Xunqueira me hace valorar más esas pequeñas cosas que muchas veces damos por supuestas, como la luz eléctrica. Esa maravilla que transforma la noche en día, lo inhóspito en amigable, lo desconocido en familiar y a la que aún no tienen acceso muchas personas en el mundo. Y... pienso en la coincidencia de que este río Sil por cuyas cercanías he paseado, sea uno de los cauces más explotados en España para la producción de energía eléctrica.





domingo, 13 de diciembre de 2015

Airbnb: viejos nuevos negocios

Esta semana se confirmaba oficialmente la noticia publicada inicialmente en junio según la cual Airbnb había levantado financiación por valor de 1.500M de dólares con una valoración de 25.000M de dólares. Las cifras en esta empresa son siempre mareantes y parece que no existe límite a alcanzar.

Este empresa, que es uno de los máximos exponentes de la economía colaborativa, me trae memorias de la infancia. Siendo niña, recuerdo que cuando venía a Coruña con mis padres, en los semáforos de las calles de entrada solían apostarse hombres y  mujeres que, al ver la matrícula de fuera de nuestro coche, se acercaban. Ofrecían alojamiento en sus casas a las personas que acudían a Coruña. Claro que entonces la cosa tenía menos glamour y en lugar de "economía colaborativa" se llamaba "tapar agujeros" o llegar a fin de mes. Pero... en esencia el corazón del negocio era el mismo. Los mecanismos diferentes, pero la intención similar: completar ingresos (en algunos casos, igual que sucede con airbnb, se trataba de la fuente de ingresos principal de la familia) aprovechando el espacio no utilizado.

Recuerdo que algunos de los oferentes eran bastante insistentes y no aceptaban un "no" por respuesta. Igual que esos anuncios que nos persiguen en nuestra navegación por internet. Recuerdo también que desaparecían rápidamente cuando avistaban un policía (la regulación y el pago de impuestos no estaba nada claro tampoco entonces). Y recuerdo que a veces circulaban historias de personas que habían utilizado estos servicios y se habían llevado una gran decepción (e incluso sustos). Igualito que ahora con Airbnb.

Por eso no me ha extrañado que Cuba haya sido uno de los países en los que Airbnb ha conseguido extenderse más rápidamente. Toda la infraestructura semiinformal de paladares en las que se alojaba a turistas con familias era un terreno abonado para que el modelo calase. En realidad, el modelo es el mismo, sólo que en lugar de utilizar intermediarios y personas conectadas, se utiliza la tecnología y las conexiones de internet (un tema no menor en la isla). Supongo que en eso consiste la innovación, en seguir atendiendo las necesidades del ser humano, basándose en modelos de negocio ya existentes, pero mejorando la forma en que se proveen gracias a la tecnología (mayor comodidad, mayor previsibilidad, mayor fiabilidad y mayor rapidez). Y.... supongo que en estos tiempos de mayor frugalidad y de economía circular, en la que el desperdiciar vuelve a estar mal visto,veremos, gracias a la tecnología, el renacimiento de modelos de negocio de tiempos de menor abundancia que los de inicios del siglo XXI. ¡Estemos atentos!




sábado, 28 de noviembre de 2015

El programa electoral, como un plan de negocio

Estos días de precampaña ( un eufemismo en mi opinión) no paramos de ser bombardeados con noticias acerca de los líderes políticos. Muchos discursos, muchas declaraciones, muchas actividades (cada vez más extrañas) que buscan en muchos casos la anécdota. Pero poco análisis serio, riguroso y detallado de lo que dicen (y no dicen) los programas políticos. En teoría los programas deberían ser como los planes de negocio. Es la propuesta que presentan a los inversores, en este caso los votantes, para que les otorguen o no su confianza (en el caso de los negocios, dinero; en el caso de las elecciones, votos). Hay muchos manuales, páginas web, recomendaciones, libros, etc. acerca de cómo hacer un business plan. Pero poco, acerca de cómo elaborar el plan de negocio madre que configura en buena medida cómo se desarrolla la actividad económica, social y educativa de un país.

Por eso me ha gustado la iniciativa de la Fundación Transforma España que ha elaborado el "Decálogo de un programa electoral". La idea es simple, qué aspectos deberíamos encontrar en un programa electoral. La valoración, es cuestión particular de cada uno. Las analogías con el mundo de los planes de negocio son muchas. 

En primer lugar debe explicar la visión que el partido persigue. ¿Cuál es su ideología en los principales ámbitos? Es el QUÉ. ¿Qué quieren hacer? Y deben explicarlo de forma clara y sencilla. (punto 1). Igual que un emprendedor dice que quiere resolver el problema x.

Lo segundo es el CÓMO: de qué forma se va a concretar esa visión ideológica, del mismo modo que un emprendedor explica cómo piensa proporcionar la solución al problema. Los ciudadanos deberíamos ser capaces de identificar las políticas y medidas que deberíamos esperar de cada uno de los partidos, al menos en sus grandes líneas (punto 2) . También forma parte del cómo saber qué implica económicamente la propuesta que nos hacen. ¿Cuánto cuesta y cómo va a financiarse?  (punto 3) Obvio ¿no? También forma parte del cómo el explicar la agenda legislativa, el marco legal necesario para alcanzar la visión propuesta. Esto puede implicar reformas constitucionales, legales e institucionales. Y.... deberíamos conocerlas de antemano. (punto 4) Dentro del cómo están los "recursos humanos"  y la organización de las instituciones (punto 6), cuestión clave en el mundo de la empresa y en los planes de negocio, como todos sabemos. 

En el programa deberíamos ser capaces de identificar medidas de control y códigos éticos que permitan luchar contra la corrupción (punto 5) y cómo se va a rendir cuentas ante el electorado acerca de la aplicación real del programa (punto 7). Es decir, deberíamos poder medir si el plan propuesto está o no teniendo éxito. ¿Alcanza la empresa sus objetivos? Suena utópico pero está lleno de lógica. 

Y finalmente, y no por ello menos importante, es preciso conocer de qué modo se elabora el programa electoral. En una economía colaborativa como la que vivimos y en la que la participación es cada vez más fácil, la sociedad debería participar de algún modo en su elaboración. (punto 8) tanto escuchando a las organizaciones políticas, sociales, y económicas y, contando con la colaboración de expertos. 

Por supuesto también es importante la transparencia y la difusión (puntos 9 y 10) tratando de que el programa sea accesible y comprensible (tan relevante como la anterior) a todos los colectivos de la sociedad. Y.... dentro de la transparencia, debería resultar fácil la comparación entre las distintas propuestas.

Todo muy lógico pero.... ¿por qué me da la impresión de que resulta actualmente un poco utópico?


sábado, 21 de noviembre de 2015

Eisenhower Fellowhips.- Butterflies.

Tras siete semanas viajando y disponiendo de tiempo para pensar a lo grande y en modo internacional de los temas relevantes que afectan a la humanidad, el viaje llega a su fin. Para no perder la costumbre escribo desde el aeropuerto. Una mezcla de sensaciones y emociones. Primero agradecimiento por haber tenido esta gran oportunidad. Segundo responsabilidad, ¿ cómo usar esta oportunidad para contribuir a hacer un mundo mejor?.  Tercero, alegría por ver de nuevo a los míos. Cuarto, pena, pues se que esa conexión tan especial que se produjo con mis compañeras fellows  venidas de los cinco continentes, aunque no queramos, se va a
desvanecer. Lo intentaremos, y en esto las redes sociales ayudan mucho, pero poco a poco la realidad nos va a
ir absorbiendo y será más complicado sacar la cabeza para pensar a lo grande. Yo, no obstante me he hecho ciertos propósitos  para no perder esta gran oportunidad de aprender. Indonesia será siempre para mí Alissa; Sri Lanka, Bhavani; Zimbawe, Kuda; Malasya Cheryl y Sasi y por tanto, ninguno de esos países me es extraño ya.  


Después de haber conocido a mujeres que se juegan su seguridad física por defender las causas de la democracia, de la libertad, de los más débiles, de los niños, de los pobres, de las mujeres maltratadas, de los enfermos en países como Zimbawe, Rumanía, Jordania, Malasya, Pakistan, Argentina, etc. Una no puede sino reflexionar acerca de en  como lograr que nuestro trabajo ayude a acelerar el mundo en esa dirección. Obstáculos hay muchos, pero la alegría, el dinamismo, la energía de estas mujeres son una referencia y fuente de inspiración constante.Tengo la sensación que se produjo una conexión especial entre estas mujeres venidas de todo el mundo, solteras, casadas, con hijos, sin hijos, de al menos seis religiones distintas, profesiones muy alejadas, culturas diferentes y países en ocasiones enfrentados. Nada impidió que se estableciese un diálogo sereno, profundo e integrador salpicado con chispas de humor que, siempre hacen la convivencia más rica y los momentos más memorables.


Como recuerdo, y como fuente de inspiración el cuadro que hemos ofrecido a Eisenhower Fellowships. Un cuadro pintado por una artista indonesia y en el que aparecen 25 mariposas, todas distintas, pero de algún modo conectadas. Mariposas que representan la transformación, la elegancia, la alegría, la libertad.  De modo que cuando el viento sople fuerte, como suele hacer, en mi ciudad, pensaré que alguna de estas mariposas está batiendo las alas con energía para lograr mejorar el mundo un poquito . Y.... Ya sabemos que el aleteo de una mariposa en Brasil puede provocar una tormenta en NYC!

Me queda un quinto punto, Dar las gracias a todos los que me han apoyado en esta aventura. A los que me han aconsejado, a los que me han presentado a gente, a los que me recibieron en sus lugares de residencia, a mi familia que me recibió hoy (con cartel incluido, como en las películas) en el aeropuerto, a mis amigos que me ayudarán en la incorporación a la realidad, a los que han seguido mi blog y a todos los que de un modo u otro se han interesado por mí y haciéndome llegar su cariño me han hecho saborear la experiencia con mayor intensidad. Gracias.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Making strides en Miami

Miami ha resultado inesperado. Para empezar el tiempo. Lluvia, viento, nubes... más propio de mi tierra que de este lugar conocido por el sol. Eso sí, la temperatura y la humedad no defraudaron. Típicas de Miami.

Ha resultado inesperado porque esperaba descansar un poco, ver la playa y salir a conocer lo que es típico de Miami. De eso ha habido poco. Algo de gimnasio muy temprano (eso sí es muy de Miami), he visto muchos coches de altisima gama (eso también es muy de Miami)  pero ni playa, ni paseos, ni salir. El tiempo ha impedido incluso las recepciones en la piscina del hotel!

He tenido no obstante de conocer los jardines del Vizcaya Museum, un lugar muy bonito que a mí me trasladó a una mezcla de una villa italiana y el palacio de verano de Pekín. El lugar es hermoso. Y allí tuve la ocasión de escuchar a algunas mujeres increíbles. Chistine Whitman, presidenta del comité ejecutivo de Eisenhower Fellowships y ex gobernadora de New Jersey. Mujeres como Rosalie Payne alta ejecutiva de Carnival Cruises Lines y sobre todo, Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU mujeres y una
persona con una trayectoria impresionante. Esta última nos habló de los progresos que se han hecho en pro del avance de las mujeres y de la marathon que aún queda por recorrer. Me quedaré con una frase que me ha hecho pensar. Dijo que, para muchas mujeres su casa no es un lugar seguro. ¡cuán diferente del refrán inglés que dice que la casa de un hombre es su castillo!

Todas estas mujeres y otras muchas venidas de todos los continentes estamos aqui para participar en el congreso "Making strides: advancing women's leadership". Ver reunidas a tantas mujeres y hombres de culturas, países, religiones, procedencias tan distintas hablando de temas comunes y encontrando vínculos es realmente emocionante. Y es un honor que me invitasen a hablar en una mesa redonda con Rosemary Howard y Adis Vila , moderada por Basma S. AlBuhairan para compartir experiencias e inquietudes. Ha sido una mesa redonda vibrante, llena de discusión y donde se produjo un intenso intercambio de ideas, puntos de vista, propuestas y opiniones. Personas de tres continentes distintos, edades diferentes, trayectorias e intereses distintos siempre generan un diálogo constructivo y rico.

domingo, 15 de noviembre de 2015

La Library of Congress y otros refugios

Hoy amanece soleado pero es un día triste. Siento impotencia, dolor, preocupación, rabia y desasosiego tras una semana de atentados en Egipto, Líbano y ahora París.  He pasado buena parte del día pegada a la televisión y enviando mails a amigos para saber si están bien. El marido de una amiga estaba en el estadio, pero afortunadamente salió ileso. En momentos así una no sabe que hacer. Siento que todos tenemos una responsabilidad para hacer un mundo mejor, pero a veces una no sabe cómo ejercerla. 


Decidí ir a un lugar que proprocionase calma e inspiración. La Biblioteca del Congreso me pareció un lugar muy adecuado. Un anciano voluntario nos explicó los aspectos más importantes del Jefferson Building, que, según nos dice, ostenta el título de ser el más decorado de los EE.UU. La biblioteca tiene tres edificios para albergar los aproximadamente 20.000 items (libros, películas.... ) que recibe cada día, desde que hace siglos ostenta la exclusividad del copyright para EE.UU. Algunas galerías recuerdan  más a Versalles que a ningún otro lugar. Nos explica que los artesanos que construyeron los techos de mosaico de uno de los vestíbulos fueron traídos de Italia. Como no podían aguantar la morriña, dibujaron sus obras, se volvieron a Italia a construirlas, y luego regresaron a instalarlas. Para todo hay una solución.

Si buscaba inspiración, la encontré. Para empezar el simpático voluntario que nos atendió que dedica parte de sus sábados a ilustrar a los turistas sobre los tesoros que alberga la biblioteca. Cada vez que subíamos unas escaleras me decía que si quería podía adelantarme, que él iba despacio. Lleno de vitalidad y energía lo encontraba yo. Por supuesto, no logré sobrepasarle en ningún momento. Y luego, las inscripciones, cargadas de significado y alegorías que pretenden ilustrar sobre lo mejor de la condición humana.


En la entrada dos esculturas de estudiantes decoran un arco. A la izquierda un joven . A la derecha un anciano leyendo o reflexionando. Ya en 1897 sabían que el aprendizaje no acaba nunca. En esta misma sala, unos querubines representan las distintas razas. De un lado uno con rasgos europeos, señala Europa en el globo terráqueo. Otro de ojos rasgados, señala Asia. Enfrente, uno con rasgos afroamericanos (que dicen aqui) señala a Africa. Y uno, caracterizado como un "native american" (por seguir con la denominación del país) otea el horizonte haciendo sombra sobre sus ojos con su mano. ¿Qué espera? ¿Qué mira?

Las galerías están llenas de inscripciones. Hoy me fijo especialmente en la que dice "The foundation of every state is the education of its youth" (el fundamento de cada estado es la educación de su juventud).
¿En qué ha fallado la educación para que hayamos creado una sociedad como la que nos transmiten las noticias continuamente?   Otra "Science is organized knowledge" (la ciencia es conocimiento organizado. También hace ya muchos años que sabían que no es lo mismo tener datos que tener información

La biblioteca alberga varios tesoros. En la misma estancia, frente a frente, dos libros coetáneos y vecinos pero radicalmente distintos.


La Biblia de Mainz,  manuscrita alrededor de 1450 en Mainz y uno de los ejemplares de la Biblia de Gutemberg, el primer libro impreso en Europa, en Mainz alrededor de 1455. Pocos años de diferencia pero un salto de gigante. Toda una revolución, lo que me hace pensar en la revolución que vivimos ahora con internet. También en aquella época convivían tecnologías muy distintas pero, inevitablemente, una termina imponiéndose. Y... el ejemplar de la Biblia de Gutemberg fue comprado en 1930 por millón y medio de dólares. Una suma astronómica en plena Gran Depresión. Supongo que no sería una decisión fácil.

Es un tesoro la sala central, a la cual las peticiones de libros llegan a través de una cadena automática (como en los modernos restaurantes japoneses). Es una sala preciosa. Me fijo en la decoración de la linterna. Representadas todas las naciones que han contribuido al desarrollo de la sociedad: Italia, la edad Media, Egipto, España (representada por un conquistador), el Islam, Roma, Grecia.... Todos hemos contribuido a este mundo que algunos ahora se empeñan en destruir. Se tarda tanto en crear algo y tan poco en destruirlo....


Y también algunas curiosidades. El hall principal tiene una decoración profusa. Entre otras cosas una cenefa plateada hecha con el material más caro de la época: aluminio! La biblioteca fue el primer edificio con cableado eléctrico de los EE.UU. Tan orgullosos estaban de este adelanto (no es para menos) que instalaron las bombillas desnudas, sin ningún ornamento. Y así las mantienen hoy iluminando las inscripciones y la decoración.

Me entretengo un rato viendo una exposición magnífica sobre los primeros pobladores de América. Desde 1565 ha habido población asentada en St  Augustine de modo que cuando en 1620 llegaron los del Mayflower, nuestros compatriotas ya llevaban aquí un tiempecito. Luego, la historia de la Florida no es muy favorable para España. Me gustó la exposición, llena de piezas de cerámica indígenas muy antiguas y graciosas. También libros de gran valor, de Carlos II, Colón y otros navegantes.

Tras la serenidad de la biblioteca, pude disfrutar una vez más de la calidez y el cariño de Mercedes y su familia. Sus hijas, alegres, simpáticas y con ganas de aprender y enseñar, devuelven el buen humor a cualquiera. Han prometido enseñarme nuevos pasos de baile por Skype.

Georgetown está llena de gente haciendo compras. Sigo con el desasosiego en el cuerpo. Entro en una iglesia y me quedo a la Misa. Me encantan las celebraciones aquí. Llenas de música y solemnidad. Gente joven, gente que canta, gente que sonríe, gente que participa.

Tras mi triple sesión de terapia, cultura, amigos y espiritualidad, regreso al hotel. Arrecia el viento y he de enfrentarme a la tarea ardua de encajar todo lo que he ido acumulando en el viaje en mis maletas.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Mi ventana Eisenhower


Siempre me han gustado las ventanas. Aportan luz, aire fresco, vida.  Me gustan las habitaciones con grandes ventanales desde los que asomarme a la vida. Y me gusta ( tengo que confesarlo tengo alma de voyeur)  cuando camino por las noches imaginar las vidas que hay detrás de las luces encendidas. Pero si hay un sitio donde me
gustan especialmente las ventanas es en los aviones. Me entretengo viendo las cordilleras de montañas, los cauces de los ríos, y, en paisajes tan inmensos y llanos como los que se atraviesan al cruzar EE.UU., me divierte especialmente ver las tormentas que a menudo se divisan lejos, muy lejos en esta tierra sin horizonte.
Por eso hoy en el avión que me lleva de Los Ángeles a WDC pedí enseguida cambiarme a una ventana que me permitiese divertirme un rato. El paisaje es en su mayor parte de color ocre parduzco, como un patchwork de colores otoñales formado por rectángulos y cuadrados de tierra. De cuando en cuando se adivina una ciudad por la concentración de edificaciones a lo largo de calles rectas que forman cuadrícula. Esto parece el reino de la geometría visto desde el aire. Me viene a la cabeza la frase de ese escritor gallego de cuyo nombre no logro acordarme ni con ayuda de google, que decía que A Terra Cha es en Lugo el triunfo de la geometría. Bueno, entonces esto es el imperio.  Detrás de nosotros, lejos, muy lejos, el horizonte marca su límite con la tierra con franjas paralelas de tonos rojos naranjas, amarillos, verdes y azules. Todo el círculo cromático.

Quizá no sea tan extraño que me guste mirar por las ventanas. Soy curiosa por naturaleza. Me interesan las grandes cuestiones de la humanidad en todos sus aspectos.Me interesa la filosofía. Me gusta el arte.  Me encanta imaginar cómo será el mundo dentro de unos años y como dar respuesta a las necesidades que tiene ahora y tendrá luego. Y esta Eisenhower Fellowship de la que disfruto me ha dado la oportunidad de "curiosear " mucho.(por curiosear hasta he estado en un concesionario de Tesla y ahora no paran de enviarme invitaciones a probarlo pena que ya no esté allí)He aprendido de otros países con mis compañeras. Todas ellas muy internacionales pero con su corazón pegado a un país. La sabia Vidya echaba de menos esta semana el pongal que su madre hace para las celebraciones del Diwali, fiesta india de las luces que tuvo lugar hace unos días . Vamos, como yo con los postres tan especiales que mi madre hace en Carnaval. Está bien emocionarse con las cosas que dan a la persona el sentido de pertenencia. 
o,  

La Fellowship también me ha dado la oportunidad de conocer a gente curiosa, inteligente y muy preparada de empresas, organismos multilaterales, universidades, think tanks, bancos, consultoras, laboratorios, organizaciones sin ánimo de lucro, hospitales,fundaciones, para asomarme con ellos al mundo y conocer su visión. Desde este balcón. ( han sido tantos que una ventana no resulta suficiente) hay algunos paisajes comunes. En general todos coinciden en que la humanidad se enfrenta a problemas de gran envergadura ( cambio climático, cambio demográfico, él hambre, el acceso a la educación, las enfermedades crónicas, brecha creciente entre ricos y pobres.....) que solo se podrán resolver a través de la colaboración. Son problemas que afectan a todos y que requieren en sus respuestas del trabajo de todos. Soluciones que tienen que integrar colaboraciones públicas y privadas, empresas e instituciones sin ánimo de lucro, gobiernos y start-ups.... También coinciden todos en que vamos a un mundo muy distinto que evolucionará a velocidad de vértigo. Un mundo marcado por la tecnología ( Block Chain y similares marcarán el camino) y un nuevo modelo económico que aún no entendemos bien. Un mundo en el que la llamada crowdeconomy va a ser decisiva. Un mundo en el que los principales consumidores serán los Millenials, una generación que, por el momento, parece tener valores muy distintos a las anteriores. Una generación que valora más las experiencias que la propiedad; que está acostumbrada a tenerlo todo inmediatamente, a golpe de click; que no puede vivir sin la tecnología; que está acostumbrada a relacionarse remotamente y para la cual el acceso a internet y la tecnología es una de sus necesidades más importantes.  Veremos que mundo configuramos entre tofos.

Durante estas semanas he tenido que viajar mucho y casi siempre sola. Suerte que en prácticamente en todas las ciudades que he visitado tengo conocidos, que aparte de acompañarme y hacerme la estancia más agradable, me han ilustrado sobre distintos aspectos ( estilo de vida, economia, religión, sanidad, cuestiones sociales) de las ciudades donde viven. Una ventana estupenda, que nunca desaprovechó. Pero, como digo he estado mucho tiempo sola lo cual da tiempo a la reflexión. Tras tantas conversaciones surgen preguntas. ¿ cómo logramos que esta nueva sociedad haga que la vida sea mejor para todos y no sólo unos pocos.? Cierto que cada nuevo avance tecnológico crea una nueva división entre los que disponen de él y los que no, pero ... ¿ algo deberíamos haber aprendido en todos estos siglos? ¿No? Especialmente cuando se dice que la revolución digital y la crowdeconomy son más inclusivos y democráticos. Relacionado con lo anterior ¿ cómo mantenemos el balance entre privacidad y facilidad de uso? ¿Es la privacidad, tal y como la entendíamos hasta ahora un concepto muerto? ¿ son conscientes google y demás grandes pioneros de internet de la responsabilidad que tienen ya que por su posición mayoritaria en el mercado están configurando toda una sociedad? ¿ cómo vamos a preparar a la gente para poder tener nuevos trabajos ya que muchos de los actuales desaparecerán? ¿existen límites técnicos a lo que las tecnologías de procesamiento del lenguaje, realidad aumentada e inteligencia artificial pueden hacer? Mejor que los haya porque si no existen límites técnicos alguien lo hará, y, tal vez en el futuro cambie de opinión, pero de momento, prefiero que el ser humano sea humano, y que sea la especie que tenga un rol central en el mundo. No me gustaría ver a máquinas, muy listas, inteligentes, capaces....tomando el control. 

Y estar sola también brinda la oportunidad de asomarse a la ventana del interior de uno mismo. La ventana probablemente más desconocida ( los cuadrantes de Johari vienen a mi mente en este momento) a pesar de que esta siempre con nosotros.  Es bueno de vez en cuando asomarse a ella. Una descubre cosas que habían pardo desapercibidas o encuentra otras que había olvidado. También ve espacios vacíos, huecos, algunos que se podrán llenar en el futuro (¿quién sabe?) y otros que con toda seguridad seguirán vacíos. Esta bien tener tiempo también para esta ventana que, a veces debido al poco uso, se vuelve difícil de abrir.

Tanto tiempo he pasado entretenida con estas ventanas y balcones que casi no he tenido tiempo para otros lugares desde los que me gusta asomarme al mundo, los museos. Mis amigos no se van a creer que en seis semanas de viaje ¡solo haya estado en cuatro museos!

Se ha hecho ya de noche completa. Se ven luces rojas y blancas que surcan el cielo a toda velocidad pero, por muy futurista que me haya vuelto yo, no son marcianos, solo aviones cargados de gente durmiendo, charlando, leyendo reflexionando o escribiendo como yo.

martes, 10 de noviembre de 2015

Días rojos en Bay Area

Decía la adorable Audrey Hepbrn en " Desayuno con diamantes" que los días rojos son horribles. En esos días a ella lo único que le ayudaba era subir a un taxi e ir a Tiffany's . Hoy creo que tengo uno de esos días rojos. Suerte que desde este tren que recorre superficies interminables de planicie americana no parece haber ninguna joyería ( y menos Tiffany's) a la redonda.

Hoy la lluvia estropeo todo el día. Cayó con fuerza, saña y sin tregua desde mañana. Imposible encontrar un taxi, de modo que tuve que caminar media hora con un paraguas plegable y un impermeable por toda protección. Claramente insuficiente como demostró el hecho de que mi teléfono, pese a ir en el bolsillo, no pudo soportar tanta humedad y se estropeó. Mi propósito ( y para eso me habían reservado un billete ) era coger un autobús
para ir a una localidad que está a una hora y media. La parada, en plena calle, sin una marquesina, un muro o cualquier elemento que permitiese guarecerse un poco. Tras 20 minutos subí al autobús empapada. Hice equilibrios todo el viaje para maximizar el calor que desprendía la rendija de la calefacción en el suelo para tratar de secar mis empapados zapatos y tratar de resucitar el pobre teléfono. De aquí ya me fichan seguro para el Circo del Sol. La llegada a destino fue incluso más desoladora. Me dejaron en un descampado donde las marquesinas eran también una extravagancia desconocida. Mi sexto sentido me llevó a divisar un starbucks entre la cortina de agua. Me guarecí allí y los amables empleados llamaron a un taxi y lograron revivir mi teléfono. Es lo que tineen los millenials, la tecnología no tiene secretos y conocen todos los trucos.

Solucionados los problemas técnicos comencé a reflexionar en dos cosas
A) la dependencia que tenemos de la tecnología. Sin mi teléfono funcionando ( y eso que yo soy una persona precavida que suele hacer copias a mano) no tenía muy claro dónde debía dirigirme ni por quién preguntar. Habría sido una experiencia interesante, pero afortunadamente los del Starbucks tenían recursos para todo y encontraron modo de devolver mi teléfono a la vida.

B) un país que cuida tanto a sus animales que tiene cafeterías para ellos, peluquerías, platos especiales resguardados a la entrada de muchas tiendas, etc. ¿ cómo es posible que tenga tan malas condiciones para un servicio público? En España todo pueblo tiene un apeadero al menos con una techumbre. Y, antes de que los millones de los planes de la UE llegaran al territorio patrio, siempre había un bar que hacía los servicios de sala de espera, gestor de paquetes, oficina de información  y fonda. No puedo entender que una ciudad como San Francisco, autorice que una compañía de autobuses opere desde una calle en medio de un descampado, con la gente esperando en línea sacudida por las inclemencias del tiempo. Y, de nuevo, los que más sufren son los más vulnerables. La mayoría de las personas en el autobús éramos extranjeros o ancianos, los que carecen de vehículo propio. Las cuestiones económicas y los números no deberían ser los únicos elementos a considerar.

El día no continuo mucho mejor, pero al menos encontré un restaurante donde tomarme una sopa calentita. Mi Program Officer, que es como mi ángel de la guarda, decidió que no iba a tenerme de noche esperando en un descampado y me reservó un billete de tren. He tenido que correr entre reuniones, para llegar al tren y no perderme en una ciudad desconocida. Pero no sabe Kari cuánto le agradezco que me haya dispensando de la espera contemplando las estrellas en un polígono industrial sin industrias, Y aquí estoy escribiendo mientras pasamos por Berkley. En la próxima estación tengo que bajarme y tomar un autobús. Mis pies siguen helados y no salgo de mi asombro mirando a la chica que tengo enfrente. Parece muy abrigada con su plumífero y  la cabeza cubierta con una capucha de pelo pero va en chanclas!! Y yo muerta de frío.

Subo al autobús y me siento en primera fila para admirar el Bay Bridge iluminado  ( después de todo, los días rojos tienen sus buenos momentos). Para mi asombro, el conductor ( en manga corta) lleva la ventana abierta. Desde luego aqui tienen otro termostato! Nos acercamos a San Francisco. No creo que Tiffanys me coincida en el camino, pero la habitación de mi hotel con lujos como calefacción y agua caliente me va a parecer igual de buena y segura!

domingo, 8 de noviembre de 2015

San Francisco.- Sorpresa y admiración

Lo bueno de viajar es que una siempre descubre cosas nuevas. Y vuelve a ejercitar esa capacidad de asombro que una asocia a la infancia cuando cada día nos traía algo nuevo que nos causaba sorpresa y admiración.

Me sorprende de San Francisco la cantidad de mendigos que pueblan la zona centro donde está mi hotel. Me sorprende la cantidad de trastornos psicológicos que padecen y la indiferencia con que los viandantes sortean los cuerpos de los que duermen, fuman o leen sentados en el suelo. Me sorprende lo dependiente que es la gente de
las modas. Conseguir un café por las mañanas es una odisea. Las cafeterías tienen colas enormes. Un día decido acudir a la que menos cola tiene y que además parece una tahona. Descubro enseguida que hay poca espera porque no tiene lugar donde sentarse. Así que, como una bailarina hindu ( los controles de seguridad de los aeropuertos me han dado mucha práctica en esta disciplina) agarro café, bollo, carpeta, iPad y bolso y me instalo en las mesas de metal de Market Square. Mendigos y jovenzuelos hipertecnológicos son mis vecinos. También las palomas que esperan pacientemente por las migas

El sábado decido ir a The Blue Bottle, donde según mi amigo Javier tienen el mejor café. Otra odisea. Una cola inmensa para un café chiquito. Y.... Menos mal que no pido un pastel. Para eso hay otra cola. Y allí, decenas de personas esperan pacientemente de pie y en alerta hasta oír su nombre. Nada parecido a una " relaxing cup of café con leche"  Porque es una recomendación de fuente creíble, si no... Lo que más me enoja es que al rato, recibo un mensaje en mi coreo electrónico preguntándome que valore la experiencia. ¿Cómo han logrado saberlo? Como me decían esta semana en una reunión, la privacidad esta muerta.

Me sorprende el poder de atracción de algunos símbolos ( el viaje en barco a Alcatraz esta completo desde hace meses). Me sorprende lo distintas que son las distintas partes de la ciudad. Sombrío, oscuro, ajetreado durante el día y muerto por la noche ( el starbucks contiguo a mi hotel cierra a las seis de la tarde, eso sí, abre a las 5:30 am, incluso los domingos) el centro. Luminosas, bajas y de colores alegres las casas de tonos pastel típicas  de las calles residenciales. Súper empinadas las calles del centro de la ciudad ( más vale seguir las indicaciones del teléfono para no verse haciendo alpinismo en la gran ciudad) y plana la zona de Marina District ( no en vano fue rellenada hace un siglo y sirvió de pista de aterrizaje a los primeros aviones de Correos que cubrían la distancia de Costa a Costa en 34 horas) . Me sorprende el cartel que encuentro al entrar en el barco que me
advierte de que usan sustancias que pueden resultar cancerígenas, causar problemas de nacimiento o daños reproductivos. Cuando le hago una foto, el guardia enseguida se acerca a preguntarme si tengo algún problema con ello. No Sir.

Me sorprende como en las zonas más turísticas de la ciudad se mezclan turismo y actividad económica. En el pier más turístico y al lado de Scoma's ( un restaurante muy conocido donde, pese a ello comí bien, rápido y con vistas ) se acumulan las nasas. Me sorprende ver un puesto de churros, sí churros, anunciados así en castellano en pleno paseo. Y me causa dudas no ver ningún humo ni percibir ningún olor a fritanga. Me sorprende (e impone) ver en el ascensor un botón que directamente pone "terremoto".

Estoy sentada en la cafetería de The Cliff House, un promontorio colgando sobre el mar en la parte oeste de ls ciudad. Pido un zumo de naranja natural (" Fresh Orange juice") y cuando lo pruebo no es tal. Le pregunto al camarero y me responde que no ha sido exprimido aquí pero sí en algún otro lugar. No puedo evitar recordar la respuesta que una vez nos dio un camarero en Santiago cuando le preguntamos si los postres eran caseros. Él contestó " De alguna casa son". "Casa Duhl, Danone y demás" apostilló por lo bajo mi siempre aguda amiga Marta.

Me sorprendo al conocer que en Alcatraz vivían los oficiales y guardias con sus familias. Los niños tomaban todos los días el ferry a San Francisco para ir al colegio y en sus desplazamientos podían coincidir con los peligrosos delincuentes que eran conducidos a la isla. Me sorprende que frente a calles rectas y derechas nos encontremos con las curvas imposibles de Lombard Street. Me sorprende que aún siendo de noche, haya un buen número de japoneses haciendo fotos a la curvilínea calle.

 Y, vayamos con la admiración. Metros más abajo está la playa donde la gente aprovecha los últimos rayos de sol
y los surfistas las olas. Me admira lo que se parece esto a la Costa de Galicia: el sol poniéndose en el mar, playas de arena fina, olas que dan a entender grandes oscilaciones de marea, farallones y muchos, muchos surfistas (al fin de cuentas esto es California! ). El color de la tierra, sin embargo es muy distinto. Color arena y parduzco, como mucho algunos pinos retorcidos por la acción del viento. Nada parecido al verde intenso de castaños, robles y prados llegando hasta el mar.

Me admira la facilidad con que se produce la conexión con alguna gente. Después de dos meses he estado hoy hablando un buen rato con mi amiga Blanca y es todo un regalo. Parece que hubiésemos estado juntas ayer.

Me admira el Golden Gate. Pasando por debajo una se da cuenta de la envergadura de esta mole que aguanta vientos, nieblas y toda clase de inclemencias durante todo el año. Me admira que haya un ejército de pintores que todos los días repasan el puente colgados a más de 70 metros de altura. 

Me admira la capacidad que tengo para comer bien en cualquier parte. El restaurante State Bird Provisions es toda una revelación con comida cool, trendy y moderna. ¡Tanto predicamento tiene el restaurante que le han hackeado la lista de reservas! Se puede elegir del menú y también de los platos que van sacando de la cocina abierta. Conclusión, que una come el doble de lo pensado. Porque.... Todo está buenísimo. Los mejores dim sum que he probado jamás .

Y hablando de temas culinarios, mi gran descubrimiento californiano es el Boba Tea, bebida de origen taiwanés, a base de té mezclado con fruta o leche. En la base ponen unas bolas de tapioca ( perlas las llaman). Estas perlas se sorben con una pajita muy gruesa y tienen un sabor afrutado y una textura gelatinosa que recuerda a las gominolas. Desde luego que es como una vuelta a la infancia. Espero que esta moda tarde en llegar a España, porque si el khale no me emociona demasiado, las gominolas me chiflan.

El sol ya casi toca la línea del horizonte. La pareja de mejicanos que se sienta en la mesa contigua me pide que les saque una foto, los alcatraces se agrupan en los farallones . Mi camarero se pone nervioso porque llevo media hora escribiendo y solo me he tomado ese zumo de naranja que han exprimido en algún lugar. La gente aplaude porque el sol ya ha desaparecido en el horizonte y el cielo se llena de naranjas y rosas .Será hora de irse. 

jueves, 5 de noviembre de 2015

Los palos altos en Palo Alto

Estoy sentada frente a la ventana en un café en Stanford. Conforme cae la tarde se intensifica el tráfico en El Camino Road. En el café habrá unas 40 o 50 personas. Solo a mi lado dos hombres conversan. El resto de los habitantes de este café permanecen, como yo, inclinados sobre sus ordenadores o tabletas con los cascos puestos concentrados en sus tareas. He entrado hace una hora y algunos de los que estaban aquí cuando llegue
permanecen en el mismo lugar. Algunos despliegan sus cables para concertar sus dispositivos, pero la mayoría hacemos uso de los powermat que permiten recargar sin cables con una pequeña anilla que se conecta al dispositivo y se apoya sobre una superficie especial en la mesa. Hay diferentes anillas para cada tipo de dispositivo que se diferencian por colores.  Allí donde fueres, haz lo que vieres, así que he  decidido que este café resulta un mejor centro de trabajo que la triste habitación de mi hotel. 
Hoy he estado en el SRI International de la Universidad de Stanford. Lo primero que me ha llamado la atención es la modestia aparente de las instalaciones que recuerdan a los  barracones de algunas instalaciones militares.

Pero aquí dentro, se han generado inventos y descubrimientos que han tenido una gran influencia en nuestras vidas. Casi me emociono al ver el prototipo del primer ratón de ordenador y cuando hablo con uno de los creadores de SIRI, esa asistente personal que amablemente nos contesta desde nuestro iPad ante cualquiera de nuestras preguntas. Me sonrío cuando me explican que el primer ratón fue creado a petición de un profesor que no quería que sus alumnos tocasen la pantalla con sus dedos pegajosos para señalar los elementos que querían seleccionar. Hoy estamos
dejando atrás el ratón y las pantallas táctiles son la tónica general. Y respecto a SIRI, pienso si esta creación de la inteligencia artificial puede ayudar a reducir, o al menos no agrandar, la brecha entre los que dominan la tecnología y los que no. Tengo una interesante charla al respecto con los científicos del SRI. También admiro al ver unas chimeneas gigantes de color ladrillo.  Aunque me parece raro, pienso si puede tratarse de una escultura. Pero no, son eso, chimeneas que sirven para expulsar el aire de los laboratorios a gran altura y reducir el riesgo en caso de que ocurra un problema. 

De vez en cuando echo un vistazo a mi teléfono para ver si sigue cargando. Parece que si. También levanto la vista y miro la carretera. El tráfico es incesante. Las distancias son grandes aquí y cada vez hay más población con lo que l congestiones son inevitables. Es el precio que tiene el desarrollo y la pujanza económica que ha alcanzado el Valle del Silicio con sus millonarios crecidos al calor de las nuevas tecnologías.  Para venir esta mañana tomé el CalTrain. Dos cosas me sorprendieron. Lo primero, la cantidad de gente que venía con sus bicicletas. En algunos vagones había más espacio dedicado a los vehículos de dos ruedas que a las personas. Lo segundo, la Estación de Palo Alto. De estética muy de los años cuarenta y

cincuenta y que, según algunos es el origen de este pueblo habitado inicialmente por profesores de la Universidad de Stanford. El interior es de madera y alberga un café. Las antiguas ventanillas para vender billetes están en desuso pero permanecen en la estación.  Su madera, el mural que recrea parte de la historia de California y el piano de madera que ocupa el centro de la estancia le dan un aire noble. 

Claro que mi destino no era Palo Alto sino Menlo Park, pero no me di cuenta y tomé un tren rápido que pasó de largo en Menlo Park. No hay mal que por bien no venga. Por un lado pude admirar la estación, que es un un monumento histórico. Por otro lado, como la mañana era soleada y tenía tiempo, decidí caminar hasta Menlo Park. Por el camino tuve ocasión de pasar por un parque y ver las herederas de la secuoya gigante que dio nombre al lugar, ya que por su altura era visible desde el mar. Pienso en las chimeneas de esta mañana en los laboratorios, de un color parecido al de la madera de las secuoyas. 

Vuelvo a mirar a mi alrededor. Son las siete y media de la tarde y el tráfico comienza a disminuir, también la población del café. Tal vez sea el momento de pensar en retirarse. 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los colores de Sedona

He pasado del frío de Boston al sol estridente en Arizona . He disfrutado de tres estupendos días en Sedona, un lugar mágico rodeado de un paisaje espectacular. Cerros rojizos que se yerguen contra el cielo con sus formas caprichosas recortadas pacientemente tras muchos años de efecto del viento y la erosión. Los cerros tiene un color muy claro en su parte alta, rojizo en la parte media y finalmente el verdor de los árboles que crecen a la sombra de los ríos que discurren horadando estas montañas. 
Aparte de la magia del paisaje, este lugar se supone que cuenta con muchos vortex, que son circuitos de energía positiva que generan paz y tranquilidad. Se crean por el movimiento espiral de agua o viento alrededor de un centro de rotación. La presencia de estos vortex da al lugar fama de espiritualidad. Actores de Hollywood como Sharon Stone tienen aquí casas y es un lugar famoso de vacaciones.

Por las mañanas el sol ciega pero hace frío. Estamos en un hotel magnífico. Aunque el café es superior a la media, encuentro en el Java Pink Coffee una bebida que cumple mejor su cometido de despertarme por las mañanas. Además la vista desde el balcón sobre el valle y frente a los cerros rojizos de forma caprichosa es espectacular. El rojo contrasta con un azul intenso. Al sol hace calor, pero donde da el viento o ella sombra, hace mucho frío.

Estos días, aparte de trabajo, ha habido ocasión para los deportes y el descanso. Una excursión de cuatro horas a lo largo del cauce de un arroyo nos hizo descubrir lugares mágicos. Caminamos usando el hueco que el Oak Creek ha creado dejando un sendero de arena color rosáceo. Tenemos que cruzar el río varias usando piedras que ponen a prueba nuestro sentido del equilibrio. Cuando salimos hacia mucho calor pero conforme nos adentramos entre las paredes imponentes y la sombra y la humedad del río se hacen más patentes, sentimos frío. A pesar de llevar jerséis, las manos se nos quedan congeladas.Es una excursión divertida con un equipo mixto de la Commonwealth, Oriente Medio y España. Todas unas buenas caminantas.

La gran atracción de la zona es el Gran Cañón y allí vamos uno de los días. Es la tercera vez que estoy en esta maravilla de la Humanidad pero siempre me sorprende. Compramos la comida en uno de los puestos que ofrecen alimentos de una calidad bajísima pero consistente. Iniciamos una marcha bajando cinco millas por la ladera del Cañón. Es un paseo espectacular. Al inicio hace calor, pero conforme descendemos va haciendo más frío. Mirando hacia abajo se ve la profundidad del Cañón que
resulta impactante. Y hacia arriba es sobrecogedora la altura de las paredes rojizas que rodean el cauce. Claro que no conviene que el embelesamiento del paisaje no le despiste a una de mirar al suelo. Las lluvias torrenciales que de vez en cuando suceden dejan estragos en el camino.
Y..... Además los " recuerdos" de las mulas que hacen el sendero transportando a los más comodones, hacen el caminar aún más " interesante" . La subida es cansada, cuando menos. Cinco millas cuesta arriba suponen un reto para todos. Pero el espectáculo es maravilloso e indescriptible. Por el camino me topo con una familia cuyos cuatro miembros llevan cada uno una bota de vino pero con agua. Pone " recuerdo del Gran Cañón" pero al mirarla de cerca veo que dice " Made in Spain". Fuera esas cantimploras súper sofisticadas de mis amigas. Lo que mola es la bota de toda la vida.

Tras la caminata vamos a ver la puesta de sol. Exactamente en el mismo lugar donde hace 17 años llegué por

primera vez al Gran Cañón que apareció de repente como un gran abismo ante nuestros pies. A medida que el sol desciende los colores de ls paredes se difuminan . Queda una capa dorada en la parte alta que pronto desaparece y pronto se hace la noche. El cielo es oscuro y solo en la parte más cercana a la línea del horizonte tiene color. Un naranja intenso sobre el que se recortan las siluetas de los árboles, en general retorcidos y sin ramaje. Contemplando este paisaje me pregunto qué señorita la persona que llega aquí a caballo sin saber lo que va a encontrar. Primero pensaría que sufre alucinaciones y lo segundo comenzaría a preguntarse cómo cruzar este enorme tajo inabarcable. Agradecemos el calor del autobús y más aún la contundente cena en un restaurante totalmente estilo far west.

No sólo hubo senderismo en Sedona. También tiempo para un baño en la piscina ( gracias que el agua la calientan). Para masajes y para un viaje en bicicleta a la Holly Cross Church. Enclavada en los cerros. Sus

paredes frontal y posterior son de cristal. Resulta mágico ver todos esos cerros a su través. El camino en bicicleta es todo un desafío por las continuas subidas ( las bajadas son un relajo) pero lo logro. Al volver paramos en algunos de las tiendas que vencen artesanía local. Algunos simulan una villa mejicana con gran acierto y excelente gusto. Volvemos pronto pues a las seis tenemos happy hour y cena mexicana para despedirnos.

Es fantástico el paisaje pero es aún más fantástico el hecho de poder caminar con amigas de Irlanda, Reino Unido, Egipto y Arabia. Desayunar con gente de Argentina , India y Sri Lanka. Comer con personas de Eslovenia, Israel, Malasya y Singapur. Cenar con personas de Zimbawe, Pakistán, Vietnam y Jordania. Y sin problemas, gracias al Inglés y a la apertura de mente que da la curiosidad intelectual.

El último día amanece gris. Hace que los cerros resulten aún más impresionantes y desafiantes. El autobús nos lleva por llanuras inacabables hacia Phoenix. A lo lejos divisamos los rayos de una tormenta y el arco iris. Pero lejos, muy lejos. Las orillas de la carretera están salpicadas de cactus que crecen rectos hasta que un brazo sobresale a un lado. Son como los de las películas y parecen dirigir pacientemente un tráfico imaginario.

Magníficos días los pasados en este lugar único. Tan único que debe de ser el único en el mundo donde los arcos de McDonalds no son amarillos. Las estrictas normas para preservar la homogeneidad de la construcción y la armonía con el paisaje de lo han prohibido (suficiente colorido tiene Sedona como para necesitar del amarillo chillón de la cadena!). Días magníficos en los que me llevo una cantidad de conversaciones interesantisimas con mujeres valientes, llenas de
ideas e ideales que tratan de cambiar el mundo. Y también recuerdos más materiales llenos de colores: pulseras de la suerte de azul intenso, libros, discos, bombones, cojines indios de seda, llaveros de Kenya.... Todas muestras de cariño  que difícilmente se pueden guardar en una maleta!