Hoy he titulado mi post como lo haría mi amigo Carlos que tiene el discurso más fascinante que he conocido nunca. Tengo una ensalada de impresiones recogidas de las conversaciones surgidas estos días. La primera es de ayer y, en principio creí que se trataba de una inocentada. Resulta que estas Navidades el regalo de moda en Madrid es... una tartera. Fashion y sofisticada, eso sí, pero tartera al fin y al cabo. Y cuya función es la misma que la que tenía en las décadas precedentes en las que España era un país en blanco y negro en la que era necesario ahorrar hasta la última perra para salir adelante. Es significativo que éste sea el regalo que triunfa estas Navidades. La crisis nos afecta a todos. Ahora eso sí, como algo hemos avanzado estos años, pues nuestras tarteras de 2010 son mucho más monas que las tristes y grises de nuestros abuelos.
La segunda, no es broma, pero me ha llegado de una amiga veterinaria. Resulta que nuestros paisanos se quejan en estos momentos de que les roban verduras, cabras, corderos, fruta, gallinas y otro tipo de animales. Igualmente comentan que este año durante la campaña de las setas, los montes, prados, oteros y vaguadas de Galicia fueron saqueados por hordas de urbanitas. Bien está que se aprovechen los frutos del campo, pero que se llegue a robar alimentos.... Algo va mal en nuestra sociedad.
La tercera va en la misma línea de las anteriores. Estuve en las oficinas de Caritas hoy mismo. Suelo entrar en ellas con relativa frecuencia. Nunca jamás había visto a tanta gente allí. Algunos, gente vestida como Vd. y como yo. Una clase media, relativamente vulnerable que jamás pudo imaginar que estaría dependiendo de la ayuda de Caritas.
Para terminar, algo totalmente diferente... o no. Me sorprende la escasa atención que ha recibido en la prensa española la reforma sanitaria de Obama que ha pasado su primer escollo. Creo que éste era el gran reto del Presidente americano. Lidiar un toro con el que nadie había podido. No sabemos cómo irá la reforma impulsada, pero es, sin duda, un gran paso. Y, no me cabe duda de que el gran reto del SXXI será la salud, especialmente de los mayores. Demografía y sanidad serán cuestiones clave.
Felices sueños.
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