Leo en una revista que Rusia planea cuadruplicar los impuestos sobre la cerveza. La razón, como en muchos otros sitios, destinar los fondos recaudados a paliar los estragos que causa el alcohol entre la población. No olvidemos que más de la mitad de las muertes prematuras en ese país se deben al alcohol.
México hizo hace poco una intentona parecida intentando subir los impuestos sobre la cerveza del 25% al 28%. Finalmente se quedó en el 26.5%. Wisconsin en los EE.UU. también intenta medidas parecidas. Y recordemos también los intentos de la Sra. Salgado cuando era ministra de Sanidad para con el vino.
Me parece estupendo que se trate de reducir el consumo abusivo de alcohol. Pero... en ese caso ¿no sería más lógico que el gobierno ruso subiese los impuestos a bebidas alcohólicas de mayor graduación en lugar de hacerlo con la cerveza? No olvidemos que el ruso medio bebe alrededor de 30 litros de bebida de alta graduación , seis veces la media de la UE. Sin embargo en consumo de cerveza están por debajo de la medida de la UE con 77 litros. Tal vez tenga que ver el hecho de que el 80% del mercado de cerveza en Rusia está en manos de compañías extranjeras, mientras que la fabricación de vodka y otras bebidas de alta graduación está fundamentalmente en manos de empresas locales. Y con un elevado porcentaje de fábricas caseras. Mucha menos oposición si subimos el precio de la cerveza y no molestamos a los productores locales quienes salen beneficiados.
Pero de nuevo, seguro que me estoy volviendo muy mal pensada y estoy equivocada.
Brindo por su salud!
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