miércoles, 21 de octubre de 2009

Los países pequeños


Recuerdo que cuando estuve en la sala de la Asamblea General de a ONU hace unos años me sorprendieron tres cosas. La primera lo anticuado que parecía el mobiliario con sus sillones verdes y azules. Lo segundo, lo austero y las reducidas dimensioens de muchos de los espacios que conocía de verlos en fotografías, reportajes y medios de comunicación. Tercero; la cantidad de países que había en el mundo. Muchos de ellos que no era capaz de ubicar, ni siquiera por aproximación.

Es cierto que en los últimos 40 años ha aumentado enormemente el número de países. La desmembración del bloque soviético y sus agrupaciones, en muchos casos forzadas, ha sido quizá uno de los últimos episodios (y de los más cercanos) que han apuntado en esta dirección.

En el pasado sorprendió cómo muchos de estos países pequeños lograban auparse a los primeros puestos en PIB per cápita, desarrollo humano, etc. Chile, Irlanda, las repúblicas bálticas, Nueva Zelanda y Eslovenia, por citar sólo algunos fueron presentados y admirados como modelos que eran capaces de aprovechar la ausencia de barreras para el comercio y la inversión internacional. Pero... parece que esa era está tocando a su fin.

Sin salirnos de Europa hoy tenemos que Islandia ha sufrido un catastrófico colapso bancrio, Irlanda, a pesar del manto protector de la UE también tiene graves problemas y algunas de las repúblicas bálticas están en un estado tal que se han visto obligadas a pedir préstamos al FMI.

No obstante, cuando el tsunami financiero estalló, muchos de estos estados se mueven como pequeños botes de remos en mar abierto, que diría Jospeph Stiglitz. Muchas de las ventajas en las que algunos países basaban su éxito como paraísos fiscales o bajo nivel impositivo, parece que no son sostenibles.

Incluso el príncipe de los países pequeños, la rica Suiza, parece que puede tener motivos para ponerse nerviosa. El secreto bancario, su gran baza, ya ha sido torpedeada. UBS (uno de los granes bancos del país) se ha visto obligado a revelar los nombres de miles de clientes a las autoridades americanas como vía para evitar una multa millonaria. La OCDE también ejerce presión de cara a eliminar estas normas.

Pero no sólo en el ámbito económico se ve un cambio de tendencia. A nivel de política global, los pequeños parece que no son ya tan queridos. La prioridad ahora son las economías grandes que son las que pueden ayudar a otros países as salir de la crisis. De hecho, incluso el propio Barack Obama ha rehusado (discretamente, eso sí, porque la publicidad negativa no conviene) reunirse con el Dalai Lama. En cambio trata de mejorar sus relaciones con una gran potencia como Rusia.

Y parece que las cifras dan la razón a quienes se enfocan en los grandes. Según los últimos datos publcados China y Alemania parecen ser los países que saldrán antes de la crisis (y de paso, ayudarán a los restantes países a hacer otro tanto). Incluso arrecian de nuevo las apuestas acerca de la apreciación del yuán. Y, lo que resulta más novedoso, Ben Bernanke puso como ejemplo el ahorro chino, donde las familias destinan un 30% de sus ingresos a tal finalidad.


Y viendo esto en el mundo ¿estamos en España actuando en la buena dirección al multiplicar legislaciones, órganos de gobierno, autoridades, reguladores y ahondando en las diferencias entre los territorios?


Ah! gracias a Eduardo Juliá por sus puntualizaciones y aportaciones a mi post anterior!

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