lunes, 12 de octubre de 2009

El ejemplo británico

Conduzco de vuelta a mi casa por carreteras semiatascadas y me distraigo con la radio. Están con los enredos de la trama Gurtel, los abucheos a Zapatero durante el desfile de las fuerzas armadas, y como no, el futbol.

Me sonrío por lo de los abucheos y las casualidades de la vida. No creo que sea el desfile que honra a nuestras fuerzas armadas, el lugar, para mostrar descontento con el jefe del ejecutivo. Me temo que los foros para ello, son otros, el principal las urnas. Pienso en el desfile de hace 6 años. Ese día Zapatero permaneció sentado al paso de la bandera americana, haciendo un feo a todo un pueblo cuando el gesto iba dirigido, probablemente a la política más reciente, impulsada por sus gobernantes de entonces. Ni una cosa estuvo bien, ni otra lo está, pero... no me digan que el destino no tiene sus ironías!

Luego oigo otra noticia. Resulta que los parlamentarios británicos que tanto nos escandalizaron a principios del verano por pagar con cargo a sus dietas oficiales obras en sus casas, servicios de relax, jardineros y muchas otras cosas, deberán devolver (al menos, algunos) parte del dinero. Me sonrío también porque este fin de semana largo hemos estado debatiendo mucho en mi familia y con mis amigos acerca de la corrupción. Me sonrío y miro con envidia hacia el Reino Unido. Está clara la catadura moral de muchos (no todos, existen también ciudadanos honrados que se dedican a la política sin querer participar de todas estas trifulcas y maniobras) de nuestros políticos (de los que actualmente están en el candelero y de muchos otros) y sus actitudes, su forma de medrar y sus alardes nos producen asco e indignación a muchos ciudadanos. Estos sentimientos tuvieron también los ciudadanos británicos ante la actitud de los muy respetables MPs (Members of Parliament). Pero... al menos los ciudadanos británicos tienen el consuelo, pequeño, pero muy indicativo y consuelo al fin y al cabo, de que estos políticos (empezando por el Primer Ministro Gordon Brown) devolverán, al menos parte, de lo que se han apropiado indebidamente. Ya me gustaría que eso ocurriese en España, con ese lapso de tiempo (relativamente breve) y con esa publicidad.

Muchas felicidades a las Pilar y los Serafín y que empiecen con fuerza la semana

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