Vivimos tiempos cada vez más inestables y cambiantes y, eso en parte condiciona el marco en el que, si tenemos suerte, desarrollaremos nuestro trabajo.
1. Si antes se buscaba y valoraba (tanto por la empresa como por el trabajador) el empleo para toda la vida, ahora, se valorarán cada vez más el cambio de una empresa a otra. Si antes era símbolo de inestabilidad, ahora se verá como síntoma de flexibilidad y madurez profesional. Profesionales apátridas y autónomos, serán los más valorados.
2. La digitalización del trabajo. No deberíamos extrañarnos de que el acceso a la banda ancha se configure como un derecho civil. Los teletrabajadores serán una realidad muchomás frecuente. Y... blogs y redes sociales se convertirán en elemenos clave del trabajo.
3. El derecho a la privacidad, en parte por las nuevas tecnologías y su ubicuidad, quedará diluido. Y... es posible que surjan reivindicaciones nueva, como el derecho a la no discriminación por motivos ajenos al ámbito laboral (su perfil en facebbok, por ejemplo) o incluso, el derecho a la compensación por estar permanentemente conectado a dispositivos electrónicos.
4. Los conflictos laborales se resolverán de forma distitna y se acudirá cada vez más a mediación y arbitraje. La justicia se modernizará y las pruebas telemáticas cobrarán importancia, así como los juicios y y testimonios grabados mediante vídeos.
5. Volverán a cobrar más importancia la ética en el trabajo y l a reputación empresarial, que puede verse afectada fundamentalmente por medios ajenos a la empresa (de nuevo blogs y redes sociales cobran importancia)
6. Puede que las organizaciones sindicales sufran modificaciones: la ciberorganización de empleados a través de las nuevas tecnologías incidirán. Tal vez los sindicatos clásicos se verán afectados, pero las nuevas tecnologías pueden hacer surgir organizaciones supranacionales.
7. También grandes modificaciones en el sistema de bienestar. El descenso de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida porbablemente, harán que se endurezcan las condiciones y se reduzcan ciertos beneficios.
Me parecen puntos que merecen una reflexión y, no estoy segura de que la sociedad y todos los que la formamos estemos preparados para afrontar estos cambios.
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