No sé si en estos tiempos que corren estaremos de acuerdo con los pensamientos de Machado. Hoy me he topado con un informe que me hizo pensar en el despertar. Se trata del avance del mercado laboral de afi-agett. Repasa los negativos datos del paro y ocupación que registra España desde el inicio de la crisis, y que son especialmente procupantes tras 50 meses sin atisbos de ver la salida del túnel. Las cifras de afiliación a la SS caen un 11% desde julio de 2007 y no parece que hayan tocado fondo. Hasta ahora nada nuevo.
El informe de este mes hace un análisis de la relación entre nivel de estudios y tasa de paro. No dice nada que no sepamos. Pero pone cifras que nos sacan de nuestro sueño (en este caso pesadilla) y que deberían obligar a todos (los primeros, los responsables de la materia) a despertar. La tasa de abandono escolar temprano en España se encuentra en el 28,4%, el tercer país por la cola de la UE. Sólo nos ganan Malta y Portugal. Estas cifras suponen doblar la media de la UE (14,2%) y están muy lejos del 10% que es la cifra objetivo marcada por la estrategia Europa 2020 para la Unión Europea. Más de una cuarta parte de nuestros jóvenes abandona prematuramente sus estudios sin contar con el equipamiento educacional que le permita encarar el mercado de trabajo en buenas condiciones. Así no resulta extraño que estemos a la cabeza de Europar en cuanto a paro juvenil. Este supera el 45% para menores de 25 años y en algunas comunidades como Andalucía (no lo olvidemos, la Comunidad más poblada de España) es superior al 55%.
Esta situación, era preocupante en la décda anterior, pero se veía paliada por la facilidad de encontrar empleo de baja cualificación en sectores como la construcción. Hoy esta posibilidad no existe. La destrucción de empleo se ha cebado especilmente con la población con formación inferior al bachillerato. Las tasas de paro entre la población de baja formación se acercan al 40% en muchas regiones. Por eso, es necesario despertar del sueño y es preciso acabar con el abandono escolar. Espero que nuestros políticos se den cuenta de ello y le den la prioridad que se merece en sus programas de gobierno. De lo contrario, la pesadilla del paro será cada vez más monstruosa y nuestros despertares menos dulces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario