Hace unos días estuve en la presentación de EducaBarrié. Durante la misma un experto del Reino Unido que dirige una organización que trabaja para mejorar el rendimiento escolar de los chicos, fundamentalmente de zonas deprimidas o conflictivas. Durante la conferencia habló de diversas iniciativas. Una de ellas trataba de terapias con animales. La conclusión que uno de los muchachos explicaba en el vídeo era algo así como "You can not get mad at sheep" algo así como, "No te puedes enfadar con una oveja". Me reí pero es una conclusión que tiene su sentido. Uno no puede pensar que una oveja está fastidiándole o hace algo para molestarle. Lo cual obliga a las personas a aceptar los hechos y encararlos de otro modo. Descargándolos de la emotividad negativa que a menudo otorgamos a acontecimientos que en absoluto la tienen.Porque...hasta estos muchachos reconocen que resultaría ridículo enojarse con una oveja y lanzarle los improperios con los que algunos a menudo agasajan a sus congéneres.
Y... estos días me encontré con un artículo de la Harvard Business Review que bajo el título de "How to keep your temper at work (and everywhere else)" ("Cómo controlar el temperamento en el trabajo (y en todas partes) que me hizo pensar en las ovejas de la campiña inglesa. El artículo, que pueden leer en el link que sigue viene a decir que no nos enfadamos (o algo más) con los hechos, sino con la interpretación que hacemos de los hechos. Esto quiere decir que podemos elegir cómo reaccionamos ante una situación o persona que dispara nuestro enojo. Y, dicen los señores de Harvard, el problema no es que nos enfademos (que es una emoción natural ), sino nuestro empeño en justificar ese enojo, más que en tratar de suavizarlo. Y.. si ponemos nuestro esfuerzo en tratar de justificar el enfado, no podemos suavizarlo Así que la próxima vez que algo les retuerza los higadillos, ya saben, no se trata de una causa-efecto inmutable sino que tienen opción para elegir. Porque, díganme, si estuviesen ante una oveja ¿serían tan estúpidos como para enfadarse con ella?
Creo que es algo que todos deberíamos tener presente. Y, eso me dio para pensar (ya saben que yo enlazo ideas a veces de un modo no totalmente consistente) en Víctor Frankl, el neurólogo austríaco fundador de la Logoterapia quie afirmaba (por propia experiencia) que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Pero, de Victor Frankl hablaremos otro día.
Les dejo el enlace a la Harvard Business Review.
How to Keep Your Temper at Work (And Everywhere Else) - Marshall Goldsmith - Harvard Business Review
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