Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de las hierbas que recogía
¿Habrá otro -entre sí decía-
más pobre y mísero que yo?
y cuando la vista volvió
halló la respuesta viendo
que otro iba recogiendo
las hierbas que él arrojó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario