Compadezco a todas las personas que se ven atrapadas en aviones, retenidas en aeropuertos, alejadas de sus hogares y sin una cama donde dormir esta noche. Personas algunas enfermas, otras ancianas, otras con niños o simplemente agotadas y cansadas de trabajar (seguro que en la mayoría de los casos más de 1.700horas/año) para sacar a su familia adelante. También compadezco a las tripulaciones y al personal de aeropuertos que reciben en primera mano y han de responder a las lógicas quejas de los pasajeros (los controladores, encerrados en su urna de cristal, si es que trabajan, al pasajero ni lo divisan).
No iba a escribir sobre el asunto, pero cuando ya tenía cerrado mi ordenador algo me ha irritado. En la cadena de TV que tenía puesta sacaron unas imágenes del hotel de Madrid donde se han concentrado los controladores (pero... ¿no estaban tan malitos? ¿necesitaban acaso terapia de grupo?...). Algunos pasajeros, indignados se han acercado hasta allí y han ejercido su derecho al pataleo increpándolos. Y me he indignado cuando una sra. controladora se reía al oir las palabras de los pasajeros. Pasajeros que se quejaban de que les habían dejado sin sus únicas vacaciones del año o de que no podían reunirse en este puente con su familia. Me pareció el colmo.
No es para reírse. La han montado muy gorda y el lío va más allá de los cientos de miles de pasajeros tirados, de las vacaciones truncadas, los planes abortados, las ilusiones frutradas y demás. Señores controladores, sean conscientes de que, en un momento extremadamente delicado para el país han obligado a que los esfuerzos y la atención se desvíen del objetivo de tratar de enderezar la situación económica a otro que no es ni más ni menos que tratar de evitar el caos en las comunicaciones. Puede que ustedes con sus estratosféricos salarios no se hayan enterado, pero el país está en una situación complicada y difícil. Ustedes que por ingresos, estabilidad en el empleo y otras cuestiones, son unos privilegiados, por favor, no compliquen más las cosas.
Sean también conscientes de que en este momento la marca España está siendo cuestionada en algunos foros. El cierre del espacio aéreo, una situación extrema, no va a ayudar en absoluto a mejorar la imagen de España. Es más la daña profundamente y la daña por varios motivos. Primero porque, dará argumentos a las personas que piensan (como hemos visto en las televisiones) "estas cosas en Alemania no pasan, pero claro, así le va a España". Segundo porque puede dar a entender la existencia de un nivel de conflictividad social que, de momento, no existe en España. Y en estos momentos, señores, lo que menos nos interesa es que piensen en nosotros como vagos o alborotadores.
Conozco personalmente a algunos controladores y son personas afables, razonables. Pero, actitudes como la de la sra controladora riéndose de la desgracia ajena, no son de recibo. Supongo que ningún controlador leerá este post. Si lo lee, por favor, piense que, aunque tuviesen razón en sus reivindicaciones, han empleado métodos y formas tan arrogantes que les quitan buena parte de esta razón.
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