jueves, 4 de junio de 2009

Contradicciones


La desintegración de General Motors es una cuestión que tiene a muchos perplejos. A otros, como los trabajadores de Figueruelas, comprensiblemente preocupados. Yo estoy a caballo entre unos y otros. No trabajo en Figueruelas pero cuando las barbas de tu vecino veas afeitar...

Me pareció en su día una ironía que un coche diseñado originalmente para la guerra acabase convirtiéndose en uno de los coches de lujo más codiciados por una generación ( de jóvenes o medianamente jóvenes, sino subirse puede resultar algo incómodo). Cousas veredes! Un híbrido entre un carro de combate y un vehículo convertido en el no va más del lujo! Y los veíamos circular por las ciudades con ese aspecto tan ... de guerra!

Y ahora resulta que este coche protagoniza otra ironía. China es un país en el que por lo general no abunda el espacio. De mi viaje a China hace algunos años recuerdo las cunetas de las carreteras abigarradas y cultivadas porque todo terreno es poco. Recuerdo también las calles atestadas de bicis, motos y coches diminutos de modelos ya en desuso en Europa en los que se comprimían 6 o 7 personas (hasta 4 una moto es suficiente, palabra!). Recuerdo también que existía la prohibición de enterrar a los muertos (se incineraban) para evitar ocupar espacio. Ahora eso sí, uno de los monumentos más grandes de la historia moderna de China es el mausoleo de Mao. Eso se llama predicar con el ejemplo! Y resulta que estos son los compradores del Hummer! Humm! Curioso! Bueno, dirán ustedes, en China hay muchos ricos y es el mercado potencial más grande para ese producto.

Pues... resulta que el comprador es una empresa de maquinaria pesada que se dedica a hacer grúas y vehículos especiales. Otra ironía del destino?

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