miércoles, 2 de enero de 2013

La gran familia y el Año Nuevo

Tengo la suerte de tener buenos amigos. No son muchos, pero hay un buen puñado de personas que me escuchan en los momentos bajos, me animan y.... y esto lo agradezco especialmente, me cuentan las verdades del barquero, especialmente esas que no me gusta oír! Gracias a ellos.

Y.... algunas de estas personas me han recordado en sus mensajes de felicitación de Año Nuevo que tengo algo abandonado este blog que uso como espacio de reflexión y diálogo con algunos conocidos y muchos desconocidos a los que pueden interesarle algunos de los puntos que abordo. Cierto que últimamente no escribo. Cierto que he sucumbido a los encantos de Twitter, más inmediato, más rápido y más sintético. Pero... Son cosas distintas. Escribir en el blog requiere más esfuerzo, elaborar o, en mi caso, dejar que se desarrollen el pensamiento y el discurso a medida que escribo, y comprobar luego si lo que una ha obtenido es un mero Rosario de ideas deslavazadas o, si por lo menos, tienen una mínima coherencia que al menos resista el análisis amable de los amigos. Hoy es día de propósitos. El que más y el que menos repasa los 365 días anteriores y trata de encauzar los siguientes. Yo no soy una excepción. Y para los 12 meses venideros me he propuesto varias cosas, una de ellas prestar más atención a mi blog y tratar de seguir reflexionando con todos ustedes sobre temas que me llaman la atención. Veremos si lo consigo!

Y... como el ejercicio se demuestra andando, les expondré un cuestión que me ha surgido durante estos días familiares en los que me he reencontrado con personas a las que hacia tiempo que no veía. Estaremos volviendo a un modelo de sociedad que ya teníamos "superado"? Recuerdan la película "La gran familia"? Solía ser un clásico de las Navidades pero hace años que no "la ponen" ( mi amigo Jaime diría que la razón estriba en que refleja un modelo de familia muy alejado del considerado moderno que es el que aparece en todas las series de televisión, ya saben de que habla Jaime). En la película un industrioso padre de familia atendía las necesidades de sus 15 hijos gracias al pluriempleo. Y estos días he comprobado como el pluriempleo ha vuelto. Una amiga que reside en Nueva York al tiempo que trabaja para un conocido estudio de arquitectura, desarrolla sus propios proyectos. Sufre una enorme carga de trabajo, pero la inseguridad y la inestabilidad son muy elevadas, por lo que, ante la posibilidad de que el panorama se tuerza de forma inmediata (cosa que ya ha experimentado) no quiere renunciar a ninguna de sus fuentes de ingresos. Pero no crean que esto es solo cosa de las grandes ciudades. Otra persona que vive en un pueblo de Galicia me comentaba un caso parecido. Da clases en una academia y en una empresa. La pervivencia de las clases en la empresa  depende de las subvenciones, las cuales, como todo lo público, son un elemento muy volátil en estos tiempos. La academia también tiene sus cuitas. En definitiva, aunque preferiría no tener una jornada tan apretada, la incertidumbre le hace también ser pluriempleada. Quizás La gran familia no este tan obsoleta?  La diferencia es que lo que el padre de la gran familia, quien, si mal no recuerdo, era aparejador, llamaba chapucillas, ahora se llaman free lance projects.  La historia nunca se repite.

Pero hay además otro elemento de La gran familia que Vuelve a ser común. Seguro que todos recuerdan la entrañable figura del abuelo al que daba vida el genial Pepe Isbert. El abuelo tenía sitio con la familia a la que ayudaba en no pocas ocasiones. Colaboraba en las tareas de casa y sobre todo ponía paz, calma y sosiego en medio de los múltiples entuertos y pequeños conflictos que surgían. Hoy en muchos casos, y tras unos años en los que no era así, las generaciones vuelven a vivir juntas. Pero no son los jóvenes los que acogen a los mayores, sino a la inversa. Y, por desgracia ahora la colaboración de los mayores es crucial. No sólo ponen sosiego, seny y sentidiño, que diríamos en mi tierra, sino que son el sostén económico de la familia.  Estos mayores están dando una lección de generosidad tremenda. Tras trabajar duramente en la mayoría de los casos; tras esforzarse enormemente por darles todo a sus hijos; cuando han llegado a la época en la que les tocaba tomarse la vida con calma, y de forma relajada, han de poner sus pensiones y patrimonio a disposición de las generaciones siguientes. Se ven obligados a hacer números para saber si estirando la pensión de dos puede llegar para seis. Incluso algunos vuelven al pueblo y dejan la casa de la ciudad a los jóvenes. Se privan de lo que necesitan para que hijos y nietos sufran lo menos posible la dureza del desempleo. Se recuperan las recetas tradicionales de potajes y platos de cuchara, enérgicas, nutritivas, económicas y apropiadas para familias numerosas, tras años en los que, en su manera tradicional ( no si tenían hidrógeno o estaban deconstruidas) estaban algo denostadas y anticuadas. Tras años de menús fashion, la fiambrera ha recuperado protagonismo en oficinas y centros de trabajo. En este caso también hay una diferencia, la fiambrera ha cambiado su nombre por el de tupperware o tupper simplemente ( en Ingles las cosas parecen más finas). En fin, que puede que algunas de la cosas de "La gran familia" no estén tan atrasadas. Ahora bien, no creo que volvamos a los tiempos de la película. Tras un movimiento pendular de la sociedad nos acercaremos en algunos aspectos, pero en este caso creo que como decía no se quien " todo tiempo pasado fue (simplemente) anterior". Feliz 2013.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Atinadísimo y certero escrito, Cuánta razón tienes en lo que dices sobre los abuelos: su sacrificio, generosidad, dedicación etc. cuando después de toda una vida laboral debieran dedicarse a disfrutar en lo posible. Si no fuera por ellos y sus pensiones el país estallaría.
Estrenas muy bien el Año Nuevo, enhorabuena, y deléitanos en tu blog con más frecuencia.
jfl

Anónimo dijo...

Atinadísimo y certero escrito, Cuánta razón tienes en lo que dices sobre los abuelos: su sacrificio, generosidad, dedicación etc. cuando después de toda una vida laboral debieran dedicarse a disfrutar en lo posible. Si no fuera por ellos y sus pensiones el país estallaría.
Estrenas muy bien el Año Nuevo, enhorabuena, y deléitanos en tu blog con más frecuencia.
jfl