La semana pasada tuve ocasión de asistí al Tedx Galicia. Nunca había tenido ocasión de asistir a este tipo de eventos y sentía curiosidad por experimentar cómo se desarrollaban estas charlas de 15 minutos de duración en las que los ponentes, no necesariamente profesionales de la comunicación, exponen sus ideas sobre temas muy variados. Vaya ante todo mi admiración hacia los ponentes por atreverse a contarnos sus ideas y, mi agradecimiento por compartirlas con los demás. Entre los ponentes arquitectos, profesores, abogados, humoristas, emprendedores y todo tipo de profesiones. Entre el público (nada menos que 600 personas llegadas desde todos los rincones de Galicia) muchos conocidos con experiencias y profesiones muy distintas, y todos ellos con un denominador común, gente inquieta, con ganas de aprender, de abrirse a nuevas ideas y de ampliar los horizontes mentales.
¿Y de qué se habló en Tedx Galicia? De muchas cosas. En todas ellas me permito destacar dos características. La primera una ración de optimismo moderado. Me explico. En estos tiempos de crisis en los que arrecian las críticas (en muchos casos merecidas) contra el sistema, en la que se resaltan fundamentalmente las carencias y en las que el panorama se pinta de color negro. he visto a personas que, sin dejar de reconocer la gravedad de la situación, tratan de buscar soluciones, aportar esperanza y señalar la senda por donde debemos empezar a TRABAJAR (no nos van a regalar nada) para ayudar (cada uno desde su posición) para tratar de construir un futuro mejor. La segunda, y está relacionada con la primera, la idea de que TODOS tenemos alguna responsabilidad. Todos tenemos alguna capacidad de decisión de cara a la construcción del futuro.
Algunas ideas positivas esbozadas. Comienzo por una idea que está calando últimamente hondo. Se trata, en lugar de buscar nuestras debilidades y centrarnos en su solución (lo que a veces resulta agotador y también frustrante) debemos centrarnos cada día en mejora aquello en lo que estamos más capacitados. Aquello en lo que somos mejores. La dificultad estriba, en algunos casos, en darnos cuenta cuales son esas fortalezas. Pero.... reflexión y manos a la obra!
Otras ideas positivas expuestas y que harían temblar a Hobbes, el que afirmó que el "lobo es un lobo para el hombre". Y es que según alguno de los ponentes, existen estudios que demuestran que estamos "programados" naturalmente para cooperar. Incluso parece que existen adaptaciones anatómicas en el cuerpo que nos permiten cooperar. Vamos, que lo natural es que nos ayudemos los unos a los otros y no lo contrario.
Y ahora dos ideas de las que ya había oído hablar pero sobre las que creo que merece la pena meditar. Por un lado, la Democracia 2.0. Según los ponentes el poder corrompe y pesa tanto que los seres normales no lo aguantan. Por eso es necesario repartirlo. Así nace la democracia con su sistema de pesos y contrapesos que tratan de limitar que la omnímoda voluntad de unos pocos someta a los demás. Claro que, como resultaba poco operativo que todos participasen en todas las decisiones aparece la democracia representativa en la que ejercemos nuestra cuota de poder a través de intermediarios a los que elegimos cada cierto tiempo, en España cada cuatro años por lo general. Ahora bien, desde que se instituyeron las democracias occidentales han pasado muchas cosas, entre ellas el nacimiento de internet. Internet ha cambiado nuestras vidas de formas muy diversas, sin duda una de ellas, es la eliminación de los intermediarios. Y, dicen los ponentes, del mismo modo que está eliminando a los intermediarios en el mundo de los viajes, no debería suceder lo mismo en política. Internet, y especialmente el acceso a la web a través de los dispositivos móviles facilita la participación directa de toda la ciudadanía en las decisiones. Entonces, plantean, en lugar de seguir cayendo en el victimismo y el derrotismo ¿por qué no hacerlo así? ¿por qué no pasar de elector a decisor? Parece una idea atractiva, aunque seguro que su implantación plantea dificultades, pero tomar conciencia de esta posibilidad de aumentar (o al menos ejercer) nuestro poder puede ser interesante. Claro que ejercer el poder significa, fundamentalmente ejercer la responsabilidad. ¿Estamos preparados para ello? ¿o preferimos seguir quejándonos?
La segunda idea que incide en nuestra responsabilidad para cambiar lo que no nos gusta habla de los knowcosters. ¿Qué quiere decir este palabro? Pues se trata, muy resumidamente de que en cada acto de compra ejerzamos la capacidad que tenemos de forma responsable e informada. Según el ponente el low cost del que tanto e habla es la puerta de salida a una sociedad en llamas que entra en pánico.
Según él en los años de bonanza nos hemos convertido en "yonkis" del crédito y cuando tenemos menos recursos, pasamos a consumir drogas más baratas: el low cost. Pero, insiste el ponente, debemos ser conscientes de que los productos low cost a menudo se hacen a costa de trabajadores que ven recortados sus derechos laborales y civiles hasta el extremo. Y... plantean ¿es coherente que mientras en nuestro voto político cuatrienal buscamos un modelo social que garantiza ciertos derechos y libertades, en nuestras decisiones de compra diarias, favorezcamos a productores que se saltan totalmente los principios que defendemos para nuestra sociedad? En principio parece una incoherencia a menudo inconsciente ya sea por desinformación o desinterés. Lo que los promotores de este movimiento knowcosters propugnan es que consumamos informados, que sepamos qué consumimos. Claro que esto puede requerir un esfuerzo nada desdeñable para hacer la trazabilidad del producto que estamos adquiriendo. Ellos proponen alguna medida que nos ayude en esta tarea. Entre otras, plantean la huella fiscal, que trataría de saber en qué lugar cada empresa paga de verdad sus impuestos. Utópico, tal vez; difícil de implantar, sin duda; imperfecto, seguramente; ... pero la reflexión merece la pena.
Y por último me referiré a la ponencia de un director de instituto que aúna la visión positiva y el llamamiento a la responsabilidad individual. Por un lado, y frente a los desalentadores datos del informe PISA, nos contó los logros de algunos colegios gallegos: construir una impresora 3D, un coche eléctrico, etc. Logros que nos maravillan pero que quizá no encuentran el eco que debieran en los medios. Además, lanzó un aldabonazo a nuestras conciencias incidiendo en que la educación es responsabilidad de toda a sociedad y que para educar es necesaria la tribu entera. No puedo estar más de acuerdo.
Termino ya. Las charlas fueron muy inspiradoras y lanzan llamamientos a nuestra conciencia. Tal vez en esta época del año en la que hacemos balance y nos ponemos objetivos para el siguiente, podamos tener en cuenta alguna de estas reflexiones. Yo me apunto tres objetivos:
1. mantener el optimismo y encontrar el lado positivo de las cosas
2. dejar de quejarse y canalizar las energías en buscar soluciones
3. ser cada vez más consciente de la trascendencia de cada pequeño gesto (no sólo de compra)
Y... por si quieren conocer a los padres/divulgadores de estas ideas, aquí les dejo un link a sus perfperfilesiles
Y... como últimamente no escribo mucho, no quiero dejar pasar la ocasión de desearles muy feliz Navidad y un maravilloso 2014. Sean conscientemente felices!