Leo un ar´ticulo en la revista Time que habla de 10 ideas que cambian el mundo. Entre ellas señalan que Africa se está pasando de ser el destino de ayuda humanitaria a ser un destino de negocios. Así lo indican, entre otros, las fuertes inversiones y relaciones comerciales que el gobierno chino está tejiendo en el continente.
Señala el artículo que los africanos prefieren esta forma. La caridad cuenta con el peligro de acentuar la dependencia de sus receptores y de degradarlos, y que socava la integridad y dignidad de la gente.
Adicionalmente, y aquí aparece la famosa cantante, indica que la dependencia de la ayuda humanitaria, hace que los gobiernos sean responsables, no ya ante autoridades económicas, sino estrellas mediáticas como Bono o Geldof. Esto no gusta a los naturales que preguntan, cómo nos sentiríamos los americanos y europeos si fuese Amy Winehouse la asesora en la crisis económica. Veo la razón del comentario y me hace sonreir. Aunque... visto lo visto, y tenieno en cuenta la falta de rigurosidad de algunos supuestamente sofisticados gestores que, por ejemplo, confiaron los dineros de sus clientes a un tal Madoff, parece que más que complejas herramientas y terminología, lo que se necesita es... sentido común. Claro que no sé si de eso anda muy sobrada Amy Winehouse!
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