viernes, 24 de agosto de 2012

Samias

Hemos pasado unas semanas especialmente intensas desde el punto de vista deportivo con la celebración de los Juegos Olimpicos 2012. Una de las cuestiones que destacaron todos los medios fue la presencia en todas las delegaciones de mujeres. Desde luego es un gran adelanto especialmente en los países en los que las mujeres tienen vetado el aceso a actividades cotidianas que en el mundo occidental nos parecen corrientes. Corrientes como correr. Supongo que para estas mujeres poder estar presente con los demás atletas supone una bocanada de aire fresco.

Y... Esta semana nos ha sorprendido la noticia de la muerte en una patera de la abanderada somalí en los juegos de Pekin.  La noticia ha suscitado debate en las charlas cotidianas. Muchos se preguntan si mereece la pena celebrar tanto la presencia de mujeres en los juegos si despues de vivir un oasis de vida normal durante unos dias, luego se ven desprotegidas y en muchos casos en el ojo del huracán.  Otros dicen que hay que celebrar cada pequeño paso que se da y que solo así se logrará poco a poco cambiar las sociedades. No lo sé. Lo cierto es que la historia de Samia es escalofriante. La atleta es un ejemplo de superacion, de esfuerzo y de empeño. Pero... Merece la pena morir por unos ideales? El debate esta sobre la mesa. Desde luego siempre nos dicen que la vida sin ideales no es una vida plena. Pero una cosa son los ideales y otra muy distinta los esfueerzos que hay que realizar por ser fiel a ellos. 

No tengo claro cómo habria sido la vida de Samia sin el aliciente de luchar por sus ideales y si no hubiese encontrado la pasion del deporte. Supongo que los días vividos en la villa olímpica y la presencia que logró en los medios de comunicación habrán sido la realización de un sueño. Pero a veces lograr los sueños tiene un alto precio. Otra cosa es si los organismos olimpicos, el COI, las autoridades o quien sea, deberían preocuparse algo más por la situación de estas heroes que pese a todas las dificultades logran competir a nivel interrnacional entre los mejores. No sé cómo se hace, pero parece claro que en muchos casos necesitan un seguimiento, un cuidado y una protección especial. Tal vea ya lo hagan pero, en ese caso no parece que resulte suficiente.  Probablemente sus medios y capacidad de influencia llegan donde llegan.

Solo saco unas conclusiones muy genereales de este debate:
A) es bueno que poco a poco vayamos logrando la presencia de las mujeres en todos los países y en todos los ámbitos, aunque sea en cuestiones tan aparentemente secundarias como el deporte
B) seríaa bueno que la actividad vigilante de los organismos olimpicos se extendiese mas alla de los dias de celebracion de los juegos
C) las historias como la de Samia son una tragedia que tiene que ayudarnos a valorar lo que tenemos y que tambien debe ayudar a poner el foco sobre la tragedia que viven millones de seres humanos. No son solo estadisticas, tienen historias detrás, en muchos casos, en casi todos, heroicas. Y en el 99% de los casos se trata de héroes anónimos, aunque no siempre
D) y seria bueno que los deportes minoritarios reecibiesen atención a lo largo de todo el año y no solo durante el paréntesis de los juegos 

Conclusiones muy generales. Pero el propósito de este post (que escribo pasados ya unos días de la tragedia) es recordar la situación de extrema necesidad y falta de libertad que sufren millones de seres humanos, especialmente las mujeres.  Que la triste, desgraciada y terrible historia de Samia sirva para que nos acordemos de tod@s l@s Samias anónim@s.