domingo, 27 de marzo de 2011

Referentes éticos

Hemos hablado en muchas ocasiones en este blog de la importancia de los referentes éticos, esas guías que dirigen la conducta y el comportamiento desde lo más hondo de nuestro ser y que no son flor de un día. Se forjan a base de muchos años de vivir de una determinada forma que va separando lo que es aceptable de lo que no lo es y que evita las tentaciones cortoplacistas en aras de una vida consecuente y con la que nos sintamos cómodos y nos permita dormir con la conciencia tranquila.

Estas referencias son a mi juicio más importantes si cabe en épocas convulsas y de crisis como las que nos toca vivir. Cuando todo parece caer a nuestro alrededeor es importante no perder el norte. Por eso, me han gustado las reflexiones vertidas en este artículo de Vidal-Quadras que me manda mi amigo Jaime. Es un artículo que les recomiendo vivamente. Léanlo y luego ya me dirán qué les parece. El artículo habla de un colectivo determinado (los europarlamentarios) muy bien pagado y en el que por tanto, determinadas tentaciones parecería que tendrían menos probabilidades de tener éxito. Pero , parece que no es así. Todo un mundo para reflexionar!

Buen domingo!

jueves, 24 de marzo de 2011

Tentaciones

En un día como el de hoy en el que el futuro económico se presenta confuso para nuestros vecinos portugueses, y con la bajada generalizada de rating que la agencia de calificación Moody's ha realizado a las instituciones financieras españolas, una tendría tentaciones de ser lúgubre o tristona. Pero no, me niego. Así que me puse a googlear "noticas positivas" Poca cosa. Luego hice lo propio con "noticias alegres". Nada que reseñar salvo algunos artículos escritos por un señor apellidado Alegre. Lo cierto es que el panorama apunta desolador.

Bueno, pues en ese caso, a consolarnos. Parece una buena notica que por fin tras no sé cuantas décadas el gobierno sirio esté estudiando abolir el estado de excepción (o como quiera que se llame el estado excepcional que sostienen). Que por fin el presidente yemení esté dispuesto a ceder el poder pacíficamente. Que tres Comunidades Autónomas españolas (Navarra, Castilla León y País Vasco) parezcan estar dejando atrás la crisis con crecimientos en 2010 cercanos al 1%. También parecen positivos los avances en medicina que han logrado mejorar la calidad de vida de muchas personas. Es positivo que se anule el canon digital. Y podría seguir.

Me gusta especialmente el dato de las comunidades autónomas. Ninguna de ellas es Madrid o Cataluña y eso sorprende. Todos los que me conocen, saben de mi admiración por el modelo alemán que, en lugar de concentrar toda la actividad económica en una o dos ciudades, como ocurre en España, reparte por el país los focos de actividad. Creo que hace la vida mucho más humana y, ya sólo por el ahorro de tiempo de desplazamiento, facilita la tan de moda antaño y, por lo que parece, olvidada ahora, conciliación. Y... probablemente también ayude a la productividad. Vivo en una ciudad pequeña. Voy caminando a trabajar todos los días por un paseo que discurre a lo largo de la playa. Tengo mis agobios y preocupaciones como todo el mundo, pero por lo menos, no llego crispada al trabajo tras haber consumido parte de mi mañana en un atasco o en un vagón de pasajeros atestado de gente en el que casi no puedo respirar. Y hablando de respiración, el aire que entra en mis pulmones, con toda probabilidad, está menos contaminado que el que premite vivir a muchos habitantes de las grandes ciudades. Cuando vuelvo de trabajar me encuentro a compañeros y amigos de forma casual, lo cual refuerza mi sentimiento de pertenencia a una comunidad. Y así varios.

Y me pregunto, ¿soy yo la única que ve estas ventajas? No lo creo. Y si es así ¿por qué ese afán por concentrar toda la actividad gubernamental, económica, financiera...en un solo punto? Siempre hablan de las ventajas de la diversificación en las inversiones: por tipo de activo, geográfica, duración, etc. Si esto aplica al dinero ¿no aplicará también a nuestra propia vida?

Buenas noches

jueves, 17 de marzo de 2011

Héroes anonimos

El desastre de Japón nos ha dejado todo tipo de récords negativos, en numero de evacuados, en intensidad de terremoto, de maremoto, de radiación nuclear, etc. Pero, al lado de esto, también hay récords positivos. El comportamiento del pueblo nipón ha sido ejemplar, han asumido su desgracia con disciplina, orden y sin aspavientos ni exageraciones. Los japoneses sienten un profundo dolor, pero contenido. Eso ha generado mi admiración.

Pero sobre todo, me admiran los 180 profesionales que, pese al riesgo, permanecen en la central intentando paliar el desastre. Lo hacen a sabiendas de que el nivel de radiación que sufrirán sus cuerpos les causara con toda probabilidad un cáncer letal que acabara con sus vidas en pocos años. Lo saben, y pese a ello siguen trabajando con denuedo. Saben que a lo mejor su esfuerzo puede resultar inútil, pero también que son los únicos que, si algo puede hacerse, son ellos los que pueden intentarlo.

Desde aquí mi reconocimiento y pequeño homenaje a estos héroes anónimos y sus familias que afrontan la situación con entereza y un gran sentido del sacrificio. Me pregunto que hace que un hombre asuma su obligación con esa determinación y sentido del deber. Muchos dirán que es el código samurai. No lo se. He reflexionado sobre este asunto y he llegado a la conclusión que lo que hace que un hombre siga el camino que marca su obligación sin dudar ni titubear, aun cuando su obligación resulte tan penosa, son valores incrustados e su conciencia y forma de ser de forma tal que no concibe otra opción. Y eso, me da la impresión, solo se consigue tras muchas generaciones transmitiendo unos valores sólidos, firmes y coherentes. Una gran lección que quizá sea mas laboriosa y complicada de aprender que el difícil idioma nipón.


On

domingo, 13 de marzo de 2011

Educación ¿qué educación?

Estos días se habla mucho de competitividad e innovación. En ambos casos se insiste en la necesidad de mejorar la formación de los trabajadores actuales y futuros para lograr que sean competitivos en la escena mundial y que, de ese modo puedan acceder a empleos y ganarse adecuadamente la vida.

A menudo me pregunto si la formación por sí sola es suficiente y sobre todo qué tipo de educación tenemos que proporcionar para lograr ese objetivo. En este punto llega el artículo que publica hoy Paul Krugman en EL PAIS  y que bajo el título "Titulaciones y dólares" incide en que la educación por sí sola no es una panacea y  que"Ya no es cierto que tener una titulación universitaria le garantice a uno un buen trabajo, y se está volviendo menos cierto con cada década que pasa". Parece que muchas de las tareas que realizan las personas que tienen trabajos cualificados no manuales son parametrizables y por tanto susceptibles de ser trasladables a ordenadores o a trabajadores situados en países con menores costes.  Sin embargo, muchos trabajos manuales no son tan automatizables, por lo que tendrán más garantías de sobrevivir en este mundo en constante evolución y globalización. Irónicamente, mejor formación podría no ser sinónimo de mejores posibilidades de encontrar un trabajo. Les recomiendo la lectura del artículo.

Ya otros autores han tocado este aspecto de que los trabajos menos deslocalizables son muchas veces los menos cualificados . Creo recordar que  "la tierra es plana " (libro que les recomiendo ) de Thomas Friedman ya abordó esta cuestión hace años. Será difícil que a un señor que vive en Lugo (España) pueda cortarle el pelo un peluquero desde Vietnam, o que pueda sacar a pasear su perro un joven que reside en Mumbai. Sin embargo, la gestión del patrimonio de este señor de Lugo, bien puede hacerla un especialista que resida en  China.

Independientemente de que se produzca el fenómeno del que habla Krugman, sí es cierto que nuestra sociedad seguirá necesitando de profesionales cualificados. Y de que todos, como contribuyentes, como receptores de la educación, como receptores en el mercado de trabajo de las personas educadas por ese sistema, tenemos el máximo interés en que el dinero con el que la financiamos se use adecuadamente y en que la educación sea excelente.  Y a propósito de esta cuestión y la excelencia o no de nuestro sistema educativo, Paco me envía un artículo, también del EL  PAIS que les recomiendo y que pueden encontrar en este link.  Los autores defienden que nuestras universidades deben aceptar la prueba de ser comparadas con otros sistemas educativos y aceptar que los rankings, aunque no perfectos, son importantes. La competición, mal que nos pueda pesar, existe en todos los órdenes, no sólo en las disciplinas deportivas. Y... me atrevería a decir que donde más fuerte resulta la competición es precisamente fuera de los recintos deportivos.  Puede que no nos guste, pero, así es la realidad!

Que tengan un buen domingo!

lunes, 7 de marzo de 2011

Adopciones aqui y allá, antes y ahora

Estos días se ha dado en hablar enormemente de procesos de adopción que parecen irregulares en los años 70 y 80 en España. Se han dedicado muchos artículos y editoriales como el que les adjunto pinchando aqui. Entiendo que es necesaria claridad sobre estas cuestiones, pero muchas veces no podemos cambiar el pasado, y, a veces, removiendo no hacemos otra cosa que acrecentar las muchas heridas que siempre dejan procesos de este tipo.

La realidad ahora en España es algo diferente. La adopción es algo mucho más generalizado y, en la mayoría de los casos se produce internacionalmente. Todos conocemos a parejas que, ante la imposibilidad de tener hijos se embarcan en larguísimos procesos para adoptar niños que provienen de China, Etiopía, Colombia, Rusia, Rumanía o muchos otros países.  Seguramente, ustedes, como yo, habrán visto las dificultades por las que pasan las familias que inician un proceso de adopción. Nunca saben exactamente qué sucede, cuándo podrán recibir a sus futuros hijos, qué posición ocupan en el país que han elegido para traer a sus retoños. Frustración, desesperación, incertidumbre e impotencia son los sentimientos que en la mayoría de los casos describen la sensación que tienen las familias.

Por lo que he podido averiguar por conocidos y amigos, todo el proceso suele estar rodeado por un gran oscurantismo. Las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAIs en la jerga) no suelen dar explicaciones claras (o por lo menos suficientemente claras como para que personas con una buena formación consigan entenderles). A pesar de que muchos futuros padres quisieran contactar unos con otros, no siempre las ECAIs facilitan las cosas (en este ámbito como en muchos otros de la vida, la Ley de Protección de Datos se usa como magnífica excusa). No existen listas públicas (no sería necesario que lo fuesen con nombre y apellidos, podría tratarse de un número) y a menudo resulta difícil saber qué lugar ocupa uno en el listado de adopción. Seguro que existen ECAIs en las que la transparencia, el ánimo de facilitar las cosas a las familias y, sobre todo, el buscar el bien de los niños, preside absolutamente todos sus actos. Pero, en muchos otros casos, las ONGs de este tipo no parecen responder a este patrón. Los futuros padres se encuentran a merced de una organización a la que, por cierto, han pagado cuantiosas sumas, cuyos procesos no consiguen entender y ante la cual se abstienen de exhibir cualquier signo de rebeldía ya que podría volvers en su contra.

No tengo muchos datos al respecto, sólo sensaciones e intuiciones en muchos casos obtenidas de confesiones de familias angustiadas e indignadas ante el trato que reciben y que no saben donde acudir. Estoy segura de que en este campo existen magníficos profesionales, pero, entre esas intuiciones, surge una. Me da la impresión de que, ante el creciente número de familias que quieren adoptar, algunos avispados han visto un filón y se han lanzado al "negocio" sin a lo mejor poseer la cualificación y la profesionalidad necesaria. Profesionalidad que debería ser muy elevada, pues se trata de bregar en muchos casos en países con sistemas y legislaciones confusas, laberínticas, no siempre limpias y por lo general muy distintos a los nuestros.

Por eso al leer estos días la prensa referida a las adopciones de hace décadas en España, tengo la sensación de que no hemos avanzado lo que me gustaría en esta materia. Por lo que he recabado de conocidos, compañeros y amigos, tengo la triste sensación de que, en muchos de estos casos, en lugar de llevar allí nuestros sistemas y modos de actuar (supuestamente más limpios, tansparentes y justos) adoptamos los suyos. Tal vez no haya otro modo de actuar, pero, tengo mis dudas.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Discriminación, ¿seguro?

Ayer saltaba la noticia de que una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE prohíbe que las compañías aseguradoras tengan en cuenta el género al calcular las primas de los seguros. Y lo hace basándose en los principios comunitarios que prohíben la discriminación. Pueden leer más aqui.

Los que me conocen saben que estoy en contra de las discriminaciones en general, y también en contra de la discriminación por razón de género. Pero... no estoy muy segura de que la sentencia ayude en este sentido.

Las mujeres vivimos más que los hombres. Por tanto para las compañías de seguros resulta más oneroso pagar una renta vitalicia desde un momento dado (por ejemplo, la jubilación) a una mujer que a un hombre. En sentido opuesto, las compañías de seguros de autos saben que las mujeres tenemos menor siniestralidad, por lo que resulta mejor para ellas asegurar a conductoras que a conductores.  ¿Qué puede suceder tras esta sentencia? Puede tener consecuencias no deseadas.Puede suceder que, si tienen que ofrecer el mismo precio para todos, a partir de ahora a los hombres les resulte más caro asegurarse una pensión vitalicia. Si el precio sube mucho, puede incluso que les desincentive a contratar un producto de este tipo. Si sucede así podría ocurrir que aumente notablemente la proporción de mujeres en el grupo de asegurados, lo cual de nuevo, obligaría a las compañías a revisar sus tarifas al alza. De este modo, tanto los hombres como las mujeres que contratasen un seguro verían como los precios suben para todos. De forma análoga ocurriría con los seguros de autos ¿seguro que esto era lo que perseguían los jueces?

Otra cosa me ronda la cabeza. Creo que por iguales servicios deben pagarse idénticos precios. Ahora bien ¿pueden considerarse idénticos los servicios que recibirán hombres y mujeres en estos casos? Tengo dudas. Puede argumentarse que, aunque los servicios no sean exactamente iguales, por razones políticas, puede optarse por considerarlos iguales. Pero... entonces, ¿no estaríamos en el terreno político? Y... ya sabemos que las decisiones políticas siempre tienen un coste ¿o no?