viernes, 8 de julio de 2011

Hijos y demás

En España hemos hecho sonar en muchas ocasiones las alarmas debido a que la población envejece. Y es cierto que la población envejece. La esperanza de vida crece, llega casi a los 85 años en las mujeres y a 80 en los varones. Y eso, no lo olvidemos, son buenas noticias.

Lo que ya no son tan buenas noticias sonlos datos de la evolución natural de la población. El INE acaba de publicar los indicadores demográficos correspondientes a 2010. Año en el que han nacido cerca de medio millón de niños y han fallecido unos 400.000 compatriotas. Lo cual deja el crecimiento vegetativo en poco más de 100.000 personas. No es mucho, si locomparamos con los crecimientos de los años 70 en los que el saldo era cercano a los 400.000. Pero... no nos alarmemos demasiado. En el año 1995 este crecimiento vegetativo no llegaba ni a las 20.000 personas. Así que, pese a que no son datos como para tirar cohetes, tampoco son los peores resultados de la historia.

Me proecupan más los datos del número medio de hijos por mujer. La media está en 1,38, cuando la tasa de reemplazo es mucho más elevada (2,1 hijos/mujer)  Y es curiosa la evolución de estos datos si tenemos en cuenta la nacionalidad de la madre. Las españolas tienen menos hijos que las extranjeras, cierto,  pero se ven tendencias opuestas en unas y otras. Si en el año 2002 las extranjeras tenían 2,05 hijos de media, ahora tienen 1,64. Y las españolas han recorrido un camino algo diferente. Si en 2002 tenían 1,21 hijos de media, ahora tienen 1,32. Parece que las pautas de conducta convergen en cierta medida, pero lo cierto es que el reemplazo generacional está complicado.

Y eso hace que el sostenimiento del sistema de bienestar también se complique. Sin peronas jóvenes en edad de trabajar ¿quién asegura la pensión de los ancianitos que disfrutan de la posibilidad de vivir más años? Y si los que están en edad de trabajar, no encuentran empleo y tienen que emigrar, la cosa se pone aún más fea.

Por eso son tan importantes las políticas de de conciliación de vida familiar y las ayudas para aquellos que se animan a tener hijos. Y por eso, me molesta cuando en los medios de comunicación se presenta la salida de los jóvenes ingenieros hacia Alemania como una solución, no ya inocua, sino buena.

Feliz fin de semana