martes, 16 de septiembre de 2014

El sentido del Camino

Hace mucho que no escribo en este blog.  Quizá sea pereza o quizá timidez al pensar que no merece la pena martillearles con mis reflexiones. Pero hoy tengo algo que contarles pues he tenido dos momentos que alguna amiga calificaría de "a-ha moments"

Hoy había sido un mal día en el trabajo y salí para el aeropuerto preocupada por las miserias que a menudo enturbian la vida laboral. No soy una persona que suela entablar conversación en los aviones. Me cuesta iniciar una conversación con una persona sólo porque se haya sentado a mi lado. Pero hoy ha sido diferente.

El avión iba lleno de peregrinos que regresaban a sus hogares tras culminar su peregrinación a Santiago de Compostela. Se les reconoce fácilmente por sus botas, ropas, y, sobre todo,las caras curtidas por el sol y el viento tras días de caminata. Flicka, la señora que iba sentada a mi lado, era claramente una. El inicio de la conversación no fue fácil. A mi pregunta acerca de sus impresiones, contestó que los españoles le parecen poco acogedores, muy cerrados y bastante incultos por no hablar idiomas y gritar al hablar. Traté de defender el pabellón patrio como pude pero sin gran éxito. Flicka había peregrinado en al menos tres ocasiones a Compostela, cada vez por una ruta y conoce bien España. En una ocasión llego a estar tres meses caminando y siempre movida por una profunda fe. 

Le pregunté si viajaba sola y me dijo que sí y no ( en este momento pensé que la gallega debería ser yo). Viajaba sola pero que en su mochila llevaba a mucha gente. Me explicó que trabajaba ayudando a enfermos terminales y que su mochila iba cargada de sus anhelos y esperanzas. Y entre ellos, una muy especial. Hace diez años haciendo el Camino conoció a un matrimonio francés que compartía sus inquietudes espirituales y se hicieron muy amigos. La mujer francesa enfermó hace meses de cáncer de páncreas. Flicka le prometio que harían el Camino juntas y cada día le enviaba un whatsapp con sus impresiones y vivencias. El domingo a su llegada a Santiago le escribió. Durante la Misa del Peregrino sintió la necesidad de escribirle de nuevo. Y lo hizo. Le contestó el marido de su amiga diciéndole que ella se había ido justo durante el vuelo del Botafumeiro envuelta en su humo. En este punto de la conversación Flicka comenzó a llorar y me dijo que sus lágrimas eran de alegría por haber podido llegar a Santiago con su amiga y sabiendo que se iba tranquila y feliz. Reconocí que me impresionaba su fortaleza, tranquilidad, alegría y profundidad y me explicó que todo ello venía de su fe y de su empeño por vivir y disfrutar el momento presente ofreciendo acogida y cariño a los demás. Me recomendó un par de libros y huelga decir que aunque estén en francés, trataré de leerlos.

Al llegar a destino tenía un largo e Mail, más bien una reflexión de un amigo al que había escrito antes de despegar mandándole un abrazo pues su madre se está yendo ( probablemente cuando escribo ya se haya ido). Mi amigo es una persona de una sensatez, serenidad y profundidad de pensamiento increíble. Con él no hay conversaciones banales y siempre sorprende por sus conocimientos de cualquier tema, y muy especialmente, sobre la naturaleza de la ser humano . Es de las personas que más ha meditado y reflexionado sobre la condición humana y su generosidad le lleva a compartir lo que ha aprendido con los demás. Por eso me atrevo a compartir con ustedes algunas de sus reflexiones. 

Me explicó con una serenidad impresionante,  que las enfermedades largas, como las vividas por su madre y por la amiga de Flicka, tienen un sentido, que no es otro que preparar al que se va a prepararse buscando la paz consigo mismo y encontrando respuestas a esas interrogaciones existenciales que, y esto es cosecha mía, todos tenemos pero pocas veces nos atrevemos a confrontar. Interrogaciones que la lectura del libro de la conciencia que todos escribimos cada día ayuda a resolver. Y tiene sentido para los que se quedan. Pues les permite prepararse para esa separación sin saber siquiera si es última o definitiva. Sería algo así como un tiempo de regalo que evita que el abandono se convierta en una herida sin cura. 

El Mail de mi amigo es muy largo y cada línea de una profundidad que impresiona. Cuando terminé de leerlo pensé si sería coincidencia haber tenido dos conversaciones (una oral, otra escrita ) sobre el sentido de la vida y la muerte.  Y sentí envidia de mis interlocutores pues han conseguido encontrar (cada uno por su camino) serenamente un sentido para su vida ( que como las flechas amarillas que señalan el Camino de Santiago, les guía) y aceptar (que palabra tan difícil de asumir)  las alegrías y sinsabores que conlleva. 

No me digan que, a pesar de la situación dolorosa por la que están atravesando en estos momentos, no sienten cierta envidia de la plenitud y serenidad personal que han alcanzado mis amigos. Yo, he de confesarlo, si.






lunes, 31 de marzo de 2014

La fiesta del cine y el déficit

Me gusta el cine. Así lisa y llanamente. Disfruto eligiendo la película que voy a ver, durante la proyección y en los comentarios posteriores. A pesar de que proliferan sistemas más "cómodos" para disfrutar del séptimo arte desde casa, acudir a las salas tiene para mi un atractivo especial.

Elegir la película a ver y adaptar los horarios a la proyección aumenta el significado del acto de ver una película. El silencio de la sala obliga a una inmersión total en la historia que no se ve perturbada por interrupciones o distracciones. Cuando voy al cine tengo los cinco sentidos concentrados en la historia que alguien ha creído que merece ser contada. Ir al cine, en definitiva, me exige más dedicación que ver una película en casa. A cambio, suelo ser más exigente en la sala que en el salón de casa. Cuando una película me gusta la disfruto plenamente. Y, a la inversa, si después de acudir al cine la historia es mala o no me convence, mi decepción es mayor que si hubiese estado en casa.

En los últimos años veía alarmada como el público en las salas decrecía de forma alarmante. Menos salas, menos espectadores y menos opciones. Hace años en mi ciudad era posible disfrutar de películas en VOS en alguna sala comercial. Hoy ya no. Una pena en mi opinión no poder escuchar a Meryl Streep o a Emma Thompson por poner sólo dos ejemplos. Pero esa es la realidad. Realidad que se ha plasmado duramente en ciudades que han perdido estos años de crisis todas sus salas comerciales. En mi opinión, una ciudad que carece de salas de cine experimenta un descenso de atractivo importante como lugar de residencia.  Pero, la ley de la oferta y la demanda es así y, según dicen, asistir al cine se había convertido en una actividad muy cara para una familia.

Ante este problema de pérdida de espectadores, la industria del cine ha reaccionado con diversas iniciativas como descuentos o la llamada fiesta del cine que se celebra estos días y que ofrece entradas a precios muy económicos. Parece que las medidas están consiguiendo su objetivo y las últimas veces que he ido al cine ya no me he encontrado con salas desangeladas en las que apenas una docena de espectadores nos dejábamos atrapar por la película. Al contrario, he visto salas llenas, colas en la taquilla e incluso en alguna ocasión entradas agotadas. La proyección en sala supone un coste fijo por lo que cuantos más espectadores la disfruten, más beneficios obtendrá la industria. 100 personas que pagan una entrada de 5€ generan más beneficios que 25 pagando 8€. Es más, se genera un efecto multiplicador mediante la proyección de los llamados "trailers" al inicio. Cuantas veces viendo estos resúmenes no hemos decidido acudir a ver obras que, de lo contrario, nos pasarían desapercibidas! Por eso alabo las decisiones adoptadas encaminadas a reducir el precio de las entradas. Hacen que más personas vayan al cine y que la industria obtenga mayores beneficios.

Aparte de la fiesta del cine, estos días oímos hablar continuamente de las cifras de déficit público y vemos que nuestro nivel de deuda pública ha pasado en siete años del 40% a casi el 100% del PIB a pesar de los importantes recortes de gasto social. Los recortes no llegan para alcanzar el equilibrio presupuestario pues los ingresos (que se obtienen fundamentalmente vía impuestos) son cada vez menores.  Y... Viendo lo acontecido en el cine, ¿existe alguna enseñanza que podamos extraer? ¿ podría tal vez alcanzarse una mayor recaudación con "precios" (impuestos) más bajos? Hay estudios en todas las direcciones pero, está claro que cuanta mayor es nuestra disposición de dinero más solemos gastar, generando transacciones que generan actividad económica y por tanto impuestos (directos e indirectos). Es sólo una idea, pero con lo aficionados que son nuestros políticos a "contarnos películas " tal vez, puedan por una vez tomar el caso del cine como ejemplo.














miércoles, 1 de enero de 2014

Parlamento Europeo 2014: las elecciones faltas de domestización y politizacion

Feliz año 2014. Mi amigo Paco Seoane me ha regalado por Navidad su recientemente publicado libro "Political communication in Europe". En él aborda desde la rigurosidad que le es propia, las razones que explicarían el distanciamiento creciente que existe entre los ciudadanos y las instituciones europeas. Pensé que comentarles brevemente sus reflexiones, sería una buena forma de comenzar un año en el que los ciudadanos europeos seremos llamados a votar. Por cierto, Paco tiene un interesante blog llamado "Comuniación política" en el que expresa y explica sus ideas y puntos de vista.

Para empezar, Paco menciona la tan utilizada idea del déficit de comunicación. No rebate su inluencia en el alejamiento entre los europeos y las institucines europeas, pero cree que existen razones más profundas (y que van más allá de la esfera de la comunicación) que causan este desapego.  En primer lugar está la domestización (no sé exactamente cómo traducir "domesticisation") o el grado de identificación eistente entre los representantes políticos y sus representados. En segundo lugar está la politización o el grado de conflicto existente en la sociedad. Conflicto que puede ser agónico, es decir entre distintas opciones (el tradicional debate izquierda-derecha) para el gobierno de la sociedad y que es el que se considera ideal en la política interna; o antagónico, es decir, entre enemigos, que, siendo realistas, es el que impera a menudo en las relaciones internacionales.  Pues bien, la, para la mayoría de los europeos, la fría y distante Europa, carece tanto del primero como del segundo.

En el caso de Europa la ley precede al Estado y, pese a lo que el liberalismo tiende a creer, es difícil que la ley sola produzca el estado con el que los ciudadanos se identifican. Los debates en el Parlamento Europeo, las reflexiones de los periodistas y las mismas elecciones son más una cuestión nacional que europea. Los periodistas que pululan Bruselas se dirigen a 28 opiniones públicas distintas, como bien apunta Paco. La Unión Europea es por naturaleza distante y elitista. Desde su distancia en ocasiones nos abruma con legislación alambicada y complicada, y en otras, nos llena de dinero vía subvenciones. Pero pocas veces se siente como propia.  El modo en el que la UE ha sido integrada y es gobernada están intencionadamente diseñados para no requerir más allá de un débil consentimiento popular. Su forma de gobierno, basada en el consenso, la tecnocracia y el corporativismo se alcanzan mejor fuera de los focos con negociaciones que la opinión pública del país no siempre vería con buenos ojos. La falta de una lengua común (más allá del carácter de lengua franca transaccional de un impersonal Inglés), la aplicación del principio de subsidariedad (es la instancia más cercana al ciudadano la que debe encargarse de cada asunto) y el hecho de que las leyes europeas necesiten ser "transpuestas" a la legislación nacional, tampoco ayudan a la creación de esta identidad europea y a que los europeos sintamos como propia Europa. Y esto sucede tanto en regiones eurófilas y eurófobas. Europa es algo alejado, una capa adicional de gobernantes, tanto si se la valora como algo positivo como si sucede lo contrario.

Y...¿qué sucede con el conflicto ideológico en Europa? Los conflictos tienen causa más en cuestiones nacionales, que en ideologías. La Europa de los mercaderes, como a menudo es llamada, es un club en el que cada miembro basa su poder en su cuota de PIB (o poder) en Europa. La inexistencia de una carrera política europea (los parlamentarios dependen de sus respectivos partidos nacionales) es otra evidencia de que el control lo ejercen los países. En general, en Europa los valores y discusiones  ideológicos no se canalizan a través de los partidos políticos,como sucede en otras instancias de gobierno. La especial condición de la UE en la que la política se ejerce mediante la diplomacia, tecnocracia y corporativismo dificulta el debate ideológico. En Europa se "comercia" más que se debate. Y.. probablemente este diseño de gobierno era la única alternativa para lograr La Paz y la colaboración entre naciones enfrentadas durante siglos.

Y... llegados a este punto en el que los logros de Europa son evidentes ¿qué se puede hacer para que Europa goce de una esfera pública más vital? Paco establece dos condiciones: la mayor identificación entre gobenantes y gobernados y la existencia de debate/conflicto ideológico en las instituciones europeas. Y... añade Paco, por irónico que parezca, hasta que esa identificación avance y se consolide, la despolitización puede ser la condición necesaria para la supervivencia de la UE, del mismo modo que el déficit de publicidad y la negociación en la trastienda han sido las condiciones necesarias para lograr la unidad en la persecución de los intereses comunes.