Qué pena! Y no es porque haya más de 80,000 personas desocupadas en Madrid a las que no se les ocurre nada mejor que hacer que ir a ver a un jugador lucir camiseta (y me imagino que también palmito). Ya lo dice mi amiga Marta, el aburrimiento es lo que mueve al mundo. Y ... parece cierto! Tampoco la pena viene en este caso (que de veras la siento) de ver como se diluye en las noticias la historia del último policía asesinado, ni de la sensación que me inspira ver a los servidores públicos de uno y otro bando implicados en historias de corruptela que, en algunos casos rozan lo chusco y lo esperpéntico.
No, la pena me viene de constatar que las entidades financieras de la zona Euro han alcanzado un record de depósitos ante el Banco Central Europeo. Los depósitos ante el banco central Europeo son una forma de aparcar la liquidez momentánea de las entidades. Pero cuando alcanzan volúmenes muy elevados, ello quiere decir que las entidades prefieren mantenerlo seguro a invertirlo de forma productiva. O dicho con otras palabras... persiste la desconfianza. Prefieren perder remuneración (el BCE les presta al 1% y les remunera los depósitos sólo al 0,25%) antes que tomar cualquier riesgo. Y eso es una muy mala señal para la economía, ya que, como he dicho en otras ocasiones, si no fluye la liquidez, el motor de la economía se gripa y deja de funcionar!
Y lo peor de todo es que esto es una vuelta atrás. El pico alcanzado tras la quiebra de Lehman (315.000M€) se había ido reduciendo desde mediados de abril hasta 110.000M€. A día de hoy los depósitos en el BCE superan los 316.00M€. No es de extrañar que algunos gobiernos se preocupen y que incluso algunos como el alemán, amenzcen con obligar a la banca a dar créditos. Aunque... no creo tampoco que ésta sea la solución. Si las entidades no se fían será por algo ¿o no?
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