domingo, 18 de septiembre de 2011

La tasa soda

Últimamente los gobiernos parecen muy preocupados por la vida de los ciudadanos. Cuando sucede eso, siento escalofríos y me tiento el bolsillo. Por donde van a sacarnos los eurillos? Yo diría que Sarkozy es un hombre preocupado por la salud y el aspecto físico. Esa leyenda que circula sobre sus zapatos con alzas o los detalles que han sacado a la luz algunos de sus preparadores físicos parecen confirmarlo. Y claro, el Presidente galo no se va a preocupar solo de su salud, sino de la de todo su pueblo. Quizá por eso haya decidido crear un impuesto sobre las bebidas gaseosas azucaradas. La tasa soda como comienzan a llamarla. Dicen que los franceses están alcanzando tasas de obesidad preocupantes y que hay que educarlos vía impuestos. No dudo (o si, que diría Rajoy) de la buena intención de la medida perro me parece preocupante que el gobierno se inmiscuya en cuestiones tan de ámbito domestico. No me gustan mucho los refrescos de soda y no creo que la medida me afectase enormemente si viviese en Francia, pero uno empieza por la soda y termina Dieu sabe donde.

Yo me tengo por una perdona que come de forma sana, aunque lo confieso, cuando veo esas recomendaciones de que una debería tomar equis veces por semana frutos secos, tantas otras pasta, no se cuantas comida tipo y,etc, me veo incapaz de seguirlas. Ni que me pase todo el día comiendo parece que una lograría cumplir las recomendaciones de los sabios. Y... Aunque lo lograse no se si seria peor el remedio que la enfermedad. Tal vez lograría el equilibrio alimentario, pero con un nivel de ingesta que probablemente haría saltar las alarmas del sobrepeso. Pero a lo que íbamos. Hoy comienzan por las sodas. De ahí a que aparezcan tasas sobre la carne de cerdo puede haber un corto camino. Y... Todo un filón impositivo. se imaginan? Usted quiere tomarse un cocidito? Pues ale, unos cuantos eurillos par el gobierno? Que le pirra el jabuco? Lo mismo. Y si, como yo, es una apasionada del lacón, sepa que eso esta muy mal y que será castigada pagando al estado por su conducta irresponsable. Repito, no dudo (o si) de la buena intención de la medida, pero me parece que abre una senda muy peligrosa que, no se si me gusta a donde lleva.

Mientras tanto, disfruten de la buena mesa, pero eso si, como todo en esta vida, haganlo con moderación! Buenas noches

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este impuesto es inaceptable a todas luces, primero por lo que tú señalas acerca de asentar un peligroso precedente, ¿cada vez que el estado necesite dinero gravará algún bien "nocivo"?.
Y segundo por ser totalmente arbitrario, pues decir que la coca-cola es culpable de la obesidad por su alto contenido en azúcar es absurdo. ¿Acaso la bollería industrial, por ejemplo, no debería pagar también este peaje por llenar nuestros cuerpos de grasa? ¿Debería pagar un poco más por su café el que se lo sirve con azúcar?
No quiero caer en demagogia, simplemente creo que lo que se alega como justificación del impuesto es "que engorda" y que por tanto es discriminatorio, aplicarlo sobre las "sodas" y no sobre otros productos.