jueves, 3 de febrero de 2011

Un día de cólera

Un día (o semana) de cólera es lo que se está viviendo en algunos países del Magreb. La población cansada de miseria, de ausencia de futuro, de falta de libertad, reclama mejoras. La simpatía inicial con que Occidente miraba estas protesta, (Bueno, Occidente o EE.UU, porque la Unión Europea, parece que prefiere inhibirse y no decir nada. Me pregunto yo ¿se crea así un liderazgo mundial? Ser líder (o aspirar a ) conlleva unas obligaciones y creo que en este caso se le están olvidando a Europa) se torna con las horas en preocupación. Preocupación por el desarrollo que puedan tener los acontecimientos y el desenlace de los mismos. De la protesta pacífica hemos pasado a enfrentamientos violentos en Egipto y eso preocupa. Los españoles lo sabemos bien, no hay peor enfrentamiento que el que se produce entre hermanos, vecinos, y personas próximas. En ellos la lucha (nunca comprensible en su modalidad armada) por la ideología suele confundirse con las revanchas y rencillas personales de la más baja calaña.

Y debería preocupar, porque, como muy bien apuntaba en su crónica del fin de semana Fernando Onega, en la vieja Europa  (y sobre todo en la maltrecha España) no estamos libres de que algo así pueda suceder. Con un paro que crece a cotas nunca antes conocidas y que hace que el 40% de los jóvenes (esos que deberían tener ganas, ilusión, motivación, fuerza) estén en paro, con las prestaciones sociales en caída libre y una reformulación (qué eufemismo) del estado de bienestar, puede que alguien un día se rebele.  Pero bueno, el gobierno ya nos ha dicho que para eso está Alemania, para llevarse a nuestros mejores profesionales, a los más formados y a los que están en lo que los mayores dirían "la flor de la vida". No sé lo que piensa la gente pero, puede que a algunos este remake de "Vente a Alemania Pepe" puede que les indigne y encolerice aún más.

Hace días les hablaba del libro de Pérez Reverte cuyo título he usado para nombrar este blog. Y, hete aqui que leyendo hoy El País (me encanta la lectura en papel de los periódicos, a menudo encuentro cosas que jamás se me ocurriría buscar y estas pequeñas sorpresas me resultan agradables) encuentro una reseña sobre el libro. Se la adjunto en este enlace. Reseña que tiene un objetivo comercial (este fin de semana regalan el libro con el periódico) pero que refleja mucho mejor que mis torpes palabras ese libro cuya lectura reconmendábamos la semana pasada a los dirigentes del mundo.

Y hablando de dirigentes del mundo y de Alemania, no podemos dejar pasar por alto a Dña. Angela Merkel que nos visita estos días. Su visita me resulta curiosa en algún aspecto. Los preparativos son dignos de la visita de un Obama de la vida, pese a que la Sra. Merkel no tiene, a decir de los que entienden, el carisma del americano. ¿qué tendrá entonces? Tal vez la llave (o los euros) para ayudarnos a salir de la crisis. Ya lo dijo el gran Quevedo "Poderoso caballero es don dinero". Supongo que esta mujer pragmática no dirá nada, pero seguro que en su fuero interno goza con la expectación y el nerviosismo que su visita suscita en el país y muy particularmente en el Gobierno, especialmente recordando el adjetivo de "fracasada" con el que la honró nuestro nunca bien apreciado Presidente del Gobierno tras unas elecciones. La fracasada es ahora el presidente del tribunal de las oposiciones al que nos sometemos!

Buena tarde!

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