jueves, 24 de junio de 2010

Cuestión de confianza (judicial)


En los últimos tiempos el poder judicial anda "tocado". Un Tribunal Constitucional en entredicho porque algunos de sus miembros han agotado su mandato, y sobre el que se lanzan sospechas desde algunos ámbitos de guiarse por otras motivaciones distintas de las meramente legales. Algunos jueces sobre los que se entienden sombras muy alargadas y en los que la faceta política se mezcla con la judicial. Lentitud, procedimientos farragosos que llevan a errores que salen muy caros (en términos económicos y... lo que es peor, en términos de vidas humanas) y un largo etcétera. Todo ello ha llevado a muchos ciudadanos a desconfiar (cada vez más) de este gran poder del estado.

Y, creo que eso es algo esta sociedad no se puede permitir. El poder judicial y su independencia son un garante del funcionamiento democrático de un país y de su estabilidad. Son los que garantizan en último término el estado de derecho yel respeto a las normas que como ciudadanos hemos decidido darnos. La confianza en el orden y la ley ( y su aplicación) son uno de los mayores síntomas de calidad institucional .Calidad que resulta clave a la hora de generar tejido productivo y atraer nuevas empresas.

Por eso creo que es clave restablecer la confianza y el prestigio del poder judicial. Es necesario reformar procedimientos anticuados, alambicados con procedimientos anclados en el SXIX que no sólo no sacan partido, sino que a veces ignoran las ventajas de las nuevas tecnologías. Procedimientos que al funcionar como sistemas estancos no aprovechan todo el conocimiento e información existente en el sistema (respetando por supuesto los límites del respeto a la intimidad). Procedimientos que hacen injusta la aplicación de la justicia al retrasarse enormemente en el tiempo).Es necesario que los órganos máximos de gobierno de los jueces den ejemplo de funcionamiento conforme a las reglas democráticas. Es necesario que se pague bien a los jueces y funcionarios de justicia, pero también que se apliquen las normas de disciplina pero con discreción, sin convertir estos asuntos en cuestiones mediáticas aireadas en programas de TV de todo pelaje.

Y todo ello es más necesario si cabe, desde el momento en que los jueces y su critero tienen mayor capacidad de decisión en las nuevas reformas. Son ellos quienes deberán determinar si una empresa pasa o no por dificultades y por tanto, si a sus trabajadores les corresponde una indemnización u otra. Son ellos quienes deben decidir si se dan circunstancias excpecionales que permitan descolgarse de la negociación colectiva. Y entrando en la esfera más personal. Son ellos quienes deben decidir si una menor puede o no abortar sin el consentimiento de sus padres.

Como ven es muy muy importante que nuestro sistema judicial goce de las mejores condiciones para tener un funcionamiento modélico y que inspire confianza a todos los ciudadanos.

Feliz día de S Juan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ANA: CREO FUE BORDEAUX QUIEN DIJO:
"DE LA JUSTICIA SIEMPRE HAY QUE TEMER, SINO POR LA LEY POR LOS JUECES"
TIENEN UN INMENSO PODER SOBRE NUESTRO HONOR, LIBERTAD,PATRIMONIO, ETC. Y SU REGIMEN DISCIPLINARIO CON SU SIMPLE LECTURA CAUSA ENOJO Y ESTUPOR.-
POR OTRA PARTE HOY SUS RETRIBUCIONES NO ESTAN NADA MAL Y SE MIDE MUY POCO SU PRODUCTIVIDAD, ENTENDIDA NO SOLO EN CUANTO AL Nº DE RESOLUCIONES SINO SU CALIDAD, EN MUCHOS CASOS MANIFIESTAMENTE MEJORABLE