Hace días les hablaba de las dificultades que están teniendo las tiendas que se dirigen al segmento medio del mercado. En el Economist de esta semana leo que, no sólo en retail aparecen dificultades en el medio. Resulta que algo similar ocurre en los medios de entretenimiento: cine, libros, películas, series de televisión, etc.
La aparición de internet y la multiplicación de las posibilidades de elección hicieron pensar a muchos que las demandas dejarían de dirigirse a unos cuantos productos para fragmentarse más. Que en lugar de existir un gran superventas, habría muchos más ventas-medios. Los datos parecen indicar lo contrario. Los hits y superventas cosechan cada vez mayores éxitos y polarizan la demanda. De hecho, las grandes producciones cosechan cada vez mayores resultados que arropan con sus promociones, campañas de marketing, venta de juguetes, complementos, etc.
Sí es cierto que los ultraespecializados, también han encontrado mejores formas de que se atiendan sus muy especiales gustos, gracias a la democratización de los medios, y la facilidad de acceso. Pero, por lo general, los éxitos son cada vez más rotundos. Los que lo están pasando peor son los que se dirigen a los niveles intermedios: no son producciones de masa con gran despliegue de medios y promoción, pero tampoco se van a nichos especializados.
Y... plantea el semanario, no sería descartable que pronto en el cine comenzasen a cobrarnos precios distintos según la película, algo similar a lo que ocurre con los eventos deportivos, o conciertos.
¿Por qué sucede esto? Pues no lo sé. El pasado miércoles comía con unas amigas, ávidas lectoras ellas, y concluíamos que los best-sellers, no nos satisfacían demasiado. Los libros superventas que todo el mundo elogia, no nos gustaban especialmente. No sé si es que somos raras, o que, por el contrario, al leer mucho, nuestro nivel de exigencia aumenta. Algo así viene a decir en algún momento la revista. Para los que no leen mucho, o no van mucho al cine, las grandes superproducciones, o los best-sellers, son agradables, satisfactorios. Sin embargo, conforme uno lee más o va más al cine, pide más. Los best-sellers, aunque sean obligatorios casi por formar parte de la cultura general, a menudo no les llenan y piden otras cosas. Tal vez esto explique, al menos en parte, el auge de los superventas. O no?
Bueno, tengan en cuenta estas reflexiones a la hora de elegir su entretenimiento este fin de semana: cine, lectura, teatro, exposiciones ...
Buen puente
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