jueves, 6 de agosto de 2009

La popularidad de David Cameron

La popularidad es una de las grandes preocupaciones de estos tiempos. Las estrellas de cine, los cantantes, los famosetes de medio pelo y los políticos, todos ellos, están pendientes de las encuestas de popularidad. Es la medida que les permite a unos y a otros saber si seguirán en la cresta de la ola o en sus cómodos asientos de gobiernos de ayuntamientos, diputaciones provinciales, autonomías, gobierno nacional, parlamentos, consejos asesores... y un largo etcétera de puestos que sufragamos Vd.y yo (a menudo sin darnos cuenta) con nuestros impuestos.

Esta claro que la popularidad debe incidir en los honorarios de un artista, pero ¿aplica igualmente para un gobernante? Los encargados de regir los destinos públicos ¿no deberían adoptar las decisiones adecuadas independientemente de la popularidad de las medidas que de ellas se deriven? Igual que quien dirige una empresa o una familia, a veces tiene que adoptar medidas que no sientan bien a los empleados o a los hijos, pero que son necesarias para la competitividad a largo plazo de la empresa o la educación (a fin de cuentas, en cierto modo relacionada con la competitividad) de los hijos. Sin embargo, veo en los dirigentes de uno y otro color excesivamente preocupados por mantener a toda costa su popularidad y sin atreverse en ocasiones a tomar medidas dolorosas en el corto plazo que pueden reducir la popularidad de algunos políticos.

No debemos olvidar aquella máxima de Epicuro de Samos que abogaba por aceptar dolor en el presente, si de ello se derivaba un futuro más placentero. Me gustaría ver a nuestros políticos (de uno u otro bando) con mayor firmeza de cara a la toma de decisiones en ocasiones impopulares pero necesarias ( recorte del déficit público, menor alegría en el gasto del presupuesto en algunas partidas, exigencia de cumplimiento de horarios y modificación del sistema de retribución de los funcionarios, etc.). Pero, me temo que eso no lo verán mis ojos... aqui. En el Reino Unido, que en esto de democracia nos lleva unos siglos de ventaja, tal vez. Hace unos días el líder de los tories, advertía que ya contaba con que su gobierno sería muy impopular tras su primer año, si ganaba las elecciones. ¿Qué les parece?


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