jueves, 15 de noviembre de 2012

El elefante de Jorge Bucay

   Hace días estuve en una conferencia. Al llegar me di cuenta de que no respondía al perfil de audiencia al que estaba dirigida. No obstante, me quedé, sin gran convencimiento inicialmente. La ponente hizo alusión al elefante de Jorge Bucay y la cita me gustó. Ahora estoy leyendo el libro de cuentos del autor "Déjame que te cuente" del que el cuento del elefante es el primero.  Me está encantando. Cada uno de estos relatos contiene enseñanzas que creo que todos podemos aplicar en un momento u otro de nuestra vida y contiene aspectos sobre los que deberíamos reflexionar.

E, incluso a nivel colectivo, como sociedad creo que a veces nos ocurre lo mismo que al elefante. Echen un vistazo y ya me dirán. El elefante encadenado. Y... me pregunto yo ¿por qué como le ocurre al elefante no vemos que nuestras cadenas son más débiles de lo que nos parece? Quizá estamos demasiados próximos a la estaca y no apreciamos correctamente la realidad. Tal vez si pudiésemos distanciarnos y elevarnos un poco veríamos que el tamaño de esa estaca es perfectamente superable para nosotros. ¿Por qué no lo hacemos? ¿No sabemos elevarnos? o aunque nos elevemos ¿resulta más cómodo el anclaje de la estaca que la libertad? Ya me dirán qué opinan.

domingo, 4 de noviembre de 2012

El revival de los espías?

El gobierno anda a vueltas con los puentes y parece que este que hemos vivido será el último Puente de Santos. Siento renunciar a visitar en estos días de otoño los bosques de Galicia (allí donde no han impuesto su monocronismo eucaliptos y pinos) que se visten con una variedad enorme de ocres, amarillos, caldero, tejas, marrones e incluso tonos rojizos en sus árboles. Es todo un espectáculo que merece la pena contemplar paseando por los bosques y completar luego con una buena comida de otoño. Pero en fin, la economía y la productividad mandan ( o es más bien Bruselas quien manda?)

El caso es que en estos días aproveche para seguir las recomendaciones de mi amiga María para ir al cine a ver ARGO. No iba muy convencida, pero he de confesarles que pronto se disiparon las dudas. La película se basa en hechos reales que se han conocido tras la desclasificación de archivos secretos de la CIA que se hizo por el año 1997. Y se enmarca en la crisis de los rehenes americanos que permanecieron prisioneros en la embajada americana en Teherán durante más de un año, allá por 1979.  Seis de los funcionarios de la Embajada lograron escapar y refugiarse en secreto en la residencia del Embajador de Canadá. La película se centra en estos seis personajes a los que es preciso acatar.

La misión busca una tapadera de lo más rocambolesca que incluso en una película semeja inverosímil,  pero parece que la realidad supera a veces a la ficción. La  película mantiene la tensión a pesar de que una ya sabe el final antes de comenzar, con lo cual mayor mérito para los guionistas. Además, y a pesar de la tensión, mantiene toques cómicos ( Nicholson ayuda) como el plan ciclista para liberar a los cautivos.La reconstrucción del entorno guarda mucha fidelidad. Al final de los créditos se proyectan imágenes reales e imágenes de la película y el parecido es asombroso! Buena trama, buena ambientación y buen ritmo, la película me ha gustado

Y ya tiene mérito,  porque no soy una amante de las películas de espías, ni me entusiasmo con las películas de la Guerra Fría. Es más, cuando me hablaron de que la película se basaba en hechos contenidos en los archivos desclasificados temí que tuviéramos una nueva avalancha de películas sobre la Guerra Fría. Ahora bien, si son parecidas a ARGO, bienvenido sea este revival de películas de espías!